HardZone – Si no eres de la old-school, seguro que no sabes cómo es un disquete por dentro
Durante mucho tiempo los disquetes se convirtieron en el eje central de la informática, la capacidad de poder guardar información y transportarla hasta otro ordenador permitía trabajar con una gran cantidad de datos de forma muy sencilla, aunque no tiene punto de comparación con las capacidades de almacenamiento y transmisión que hay actualmente. Pero no podemos negar que han logrado convertirse en una pieza muy importante de la historia incluso si muchas personas no conocen como funcionaban, así que si teníais dudas de cómo son por dentro, os lo explicamos.
A lo largo de la historia han existido una gran cantidad de objetos que pese a que no se utilizan se han convertido en algo que muchas personas conocen, en el caso de la informática debido a lo rápido que ha avanzado y lo reciente que es su historia hay muchos que han pasado desapercibidos, pero el disquete no es uno de ellos. No solo hubo una época en la que fue el avance más grande dentro de este campo, sino que han logrado convertirse en parte de la cultura popular incluso en algunos videojuegos que utilizan su imagen para enseñar al jugador cuándo, dónde y cómo puede guardar la partida.
Disquetes por dentro: un disco real en una carcasa de plástico
Hay ocasiones en los que el nombre de un producto nos muestra cómo es en realidad, en el caso de los disquetes esto no es distinto ya que tanto el nombre original que tienen como la traducción a diversos idiomas hace que sepamos desde un principio que realmente se trata de un disco. Pero no es un disco cualquiera, estos métodos de almacenamiento hacen uso de una carcasa de plástico con una forma prácticamente cuadrada para guardar un disco de plástico en su interior que es el encargado de almacenar toda la información.
Lo más curioso es que no es similar al diseño que podemos encontrar en los CD o DVD, ya que estos son bastante rígidos haciendo que si se doblan demasiado puedan llegar a partirse, pero en el caso de los que incorporan los disquetes no es así. Su nombre en inglés es Floppy Disk, que con una traducción directa podríamos llamarlos discos flexibles y aunque parezca una broma la razón por la que se llaman así se debe a que, efectivamente, el disco que incorporan en su interior es completamente flexible ya que está hecho de un material plástico con estas características.


Básicamente tienen el mismo formato que podríamos encontrar en los platos de un disco duro, con la diferencia de que obviamente utilizan materiales distintos aunque la forma de grabar y acceder a la información es muy similar. Además de esto la carcasa tiene un toque adicional por dentro que preserva mejor el disco ya que solían estar entre dos trozos de papel que permitían mantenerlo limpio de polvo mientras giraba, aumentando la durabilidad que podían llegar a tener, aunque el mayor problema que tenían no era que pudiesen romperse, sino que la capacidad de almacenamiento que tenían era muy limitada.
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