HardZone – Análisis de Indiana Jones y el Gran Círculo: un juego que se merece una película
Indiana Jones y el Gran Círculo ya está entre nosotros. Hoy porque ya lo tenéis en Xbox Game Pass disponible para todos los suscriptores aunque los más impacientes, los que adquirieron las Premium Edition, o la mejora, ya llevan todo el fin de semana viviendo las nuevas aventuras del Dr. Jones. Así que tras muchas horas de juego, nos hemos decidido a publicar este análisis que os dejamos aquí, en Hardzone.
Este juego, realizado por MachineGames y publicado por Bethesda, viene a ser una especie de reconciliación del aventurero creado por George Lucas y Steven Spielberg dentro del mundo de los videojuegos. Y es que salvo aquellas dos mágicas aventuras de Lucasfilm y LucasArts a finales de los ochenta y principios de los 90, el pulular del hijo de Henry Jones ha sido, cuando menos, discreto. Eso sin contar algún que otro proyecto que nunca llegó a terminarse, justo cuando la vieja LucasArts fue cerrada tras la compra de Disney de todo el emporio Lucasiano.
Pero llegamos a 2024 y nos encontramos con Indiana Jones y el Gran Círculo, un juego que se desarrolla en primera persona, que sitúa su acción en 1937, justo un año más tarde de En Busca del Arca Perdida y por tanto dos más tarde de Indiana Jones y el Templo Maldito. Con todo eso, y con Nazis campando a sus anchas por medio mundo, nos hemos enfundado el traje del arqueólogo para conocer qué tal es este exclusivo (temporal) de Xbox. Aunque también lo podéis disfrutar en PC.
La historia detrás del Gran Círculo
Desde su anuncio, Indiana Jones y el Gran Círculo ha generado una expectación descomunal. La llegada hace apenas un año de la quinta película impulsó la influencia de este proyecto que ahora tenemos disponible. La combinación entre la licencia de Lucasfilm, el respaldo de una Bethesda propiedad de Microsoft y la exclusividad para Xbox y PC planteaba una pregunta evidente: ¿sería capaz el videojuego de devolverle al aventurero la magia perdida en los últimos tiempos? Solo os podemos decir que, si alguna vez os sentísteis seducidos por esa sonrisa socarrona de Harrison Ford, la respuesta es un sí rotundo.
Revivir al icónico arqueólogo con un enfoque que mezcla acción, narrativa y exploración ha sido lo mejor que le podía haber pasado al héroe y es por eso que el resultado es un Indiana Jones y el Gran Círculo que no solo rinde homenaje al legado de Indy, sino que destaca por encima de un panorama repleto de fórmulas repetitivas que apenas cambian nada. Aquí, el trabajo de MachineGames es soberbio por lo que supone de poder explorar un desarrollo que no es ni un shooter en primera persona ni un sandbox como tal. Aunque lo mezcla todo con una habilidad sorprendente.
La trama de Indiana Jones y el Gran Círculo mantiene la esencia clásica de las aventuras del arqueólogo, donde se conjugan leyendas, fenómenos paranormales y mágicos y hasta artefactos míticos, conspiraciones mundiales y villanos (Nazis en este caso) que intentan utilizar la historia en su beneficio. Y cuando nos referimos al «Gran Círculo” lo hacemos a un misterioso mapa celeste que, hablan nuestros ancestros, es capaz de conectar varias antiguas maravillas del mundo. Y hasta aquí podemos leer.
Un mundo en primera persona con mucha narrativa
Lo que más sorprendió (y preocupó, para qué negarlo) de este Indiana Jones y el Gran Círculo cuando vimos el primer tráiler es que sería un juego en primera persona, típico de los Wolfenstein de MachineGames. ¿Un shooter? Hay que decir que esa perspectiva es la base del diseño del juego, lo que permite a los jugadores sumergirse en el mundo desde los mismísimos ojos de Indiana. Sin embargo, los desarrolladores han conseguido una enorme fluidez narrativa al alternar esa vista con otras que se suceden de forma inmediata para reproducir algunas escenas cinematográficas y, sobre todo, ciertas acciones que Indy lleva a cabo en tercera persona.
Por ejemplo, podremos ver a Indy columpiarse con su látigo mientras la cámara se abre para capturar el paisaje y mostrarnos una perspectiva que parece sacada de las películas, o algunas conversaciones con aliados y enemigos que se perciben como pausas necesarias y bien integradas que rompen con la inmersión sin llegar a ser molestas. Este enfoque híbrido consigue que tanto la sensación de aventura como el peso de la historia se alternen sin perder intensidad y que percibamos Indiana Jones y el Gran Círculo prácticamente como si fuera una película.
Diseños de mapas: la Ilusión del mundo abierto
Tenemos que decir que hay un elemento que nos ha sorprendido mucho y es, seguramente, uno de los puntos fuertes del juego: cómo se presentan los mapas. Acostumbrados a los títulos pasilleros de los Wolfenstein más recientes de MachineGames, muchos ya daban por hecho que se repetiría esa estructura aquí. Pero nada más lejos de la realidad. Si bien no se trata de un verdadero título de mundo abierto, la disposición de algunos mapas da esa impresión al jugador. Podemos poner un simple ejemplo, al comienzo del juego, con una ciudad del Vaticano que recorreremos varias veces realizando misiones de la aventura principal y otras secundarias que podemos ir adquiriendo a medida que hablamos con nuevos personajes.
Cada escenario es amplio, lleno de detalles y con rutas alternativas que fomentan la exploración. Aquí nos ha llegado a recordar al mítico Dishonored, con opciones de enfrentamiento directo o caminos que nos evitan vernos de frente contra los enemigos. ¡Ah!, y no esperéis pocos viajes por el mundo. Este Indiana Jones y el Gran Círculo hace gala de pertenecer a la saga con un ir y venir por montones de puntos estratégicos de todo el planeta. Desde ruinas perdidas en el desierto hasta junglas.
De todas formas no os hagáis ilusiones porque esta sensación de libertad está cuidadosamente controlada para que no se nos vaya de las manos y, por eso, las áreas son más bien «grandes zonas interconectadas» que se abren de forma progresiva, guiando al jugador con una combinación de diseño intuitivo y objetivos que nos marcan la X en el lugar para poder mantener el ritmo narrativo puntualmente, tal y como necesita una historia de estas características.
Combates dinámicos y cinematográficos
El combate en Indiana Jones y el Gran Círculo es uno de sus elementos más entretenidos porque, básicamente, se inspiran en los momentos más icónicos de las películas: MachineGames ha calcado cada movimiento de Harrison Ford, hasta sus suspiros, cómo pone la mano, cómo arquea las cejas y hasta el sonido cuando completa el golpetazo. Todo ha sido traído directamente de las películas y eso se nota. Incluso podremos jugar en un modo de pantalla con bandas negras arriba y abajo simulando una especie de cinemascope.
Indy, entre puñetazo y puñetazo, siempre puede recurrir a su látigo para desarmar enemigos, o para acceder a lugares complicados y a una variedad de armas para situaciones más peligrosas. Cada enfrentamiento tiene un aire de coreografía cinematográfica que recuerda los mejores momentos de las películas, cuando mandaba en el equipo de especialistas el mítico Vic Armstrong, lo que nos lleva a poder lanzar a un enemigo contra una pared o usar elementos del entorno como armas improvisadas: palas, sartenes, palos y cualquier otro objeto que veamos tirado por el suelo. Además, el juego premia la creatividad ya que nos permite resolver situaciones de varias formas, ya sea sigilosamente o enfrentando a los enemigos a pecho descubierto.
El talón de Aquiles: la IA de los enemigos
A pesar de sus muchas virtudes, este Indiana Jones y el Gran Círculo no es perfecto. Al margen de toda la magia que desprende, y que a uno le deslumbra por su pasión por la saga, uno de los problemas más notables es la limitada (por no decir nula) inteligencia de los enemigos. Muchas veces no detectan al jugador hasta que este está prácticamente encima de ellos (y en el caso de Gilda ya ni os contamos, pasa por delante de sus narices como si nada), lo que rompe un poco la inmersión y resta tensión a ciertas secciones porque da la sensación de que podemos pasar saludando casi sin esfuerzo.
No obstante, nos da que este problema podría ser una decisión consciente porque si de verdad los enemigos fueran más hábiles, el diseño del juego se vendría abajo ya que, en las áreas abiertas como campamentos o escenaros más cerrados, sería imposible avanzar ante la enorme presencia de tropas Nazis o fascistas de Mussolini. En este sentido, es un fallo que, la verdad y aunque resulta imperdonable, mejor que lo dejen así porque de arreglarlo el juego se volvería un infierno.
Por cierto, el juego tiene un peso de 133 GB en Xbox Series X, 44 menos si usamos una Xbox Series S ya que el paquete de texturas en alta resolución no será necesario bajarlo. Aun así, lo puedes hacer así que si tu consola anda canina de espacio, ya sabes lo que tienes que hacer.
Dos detalles a destacar que son la gloria
De todo lo que el juego ofrece, que es un espectáculo simplemente sensacional, basado en la historia de Indiana Jones y en el ADN de sus películas, queremos destacar dos instantes que son gloriosos, de esos que a uno le abre las carnes y le enfrenta a su pasado: la intro del juego es, simplemente, una maravilla, porque recupera plano a plano, personaje a personaje y nota musical a nota musical uno de los instntes más gloriosos de la primera película. De verdad que a uno le pone la piel de gallina y es un impulso más que suficiente para querer jugarlo.
Y por otro, queremos destacar la banda sonora de Indiana Jones y el Gran Círculo: es absolutamente soberbia y emula cada nota el trabajo descomunal de John Williams a lo largo de más 40 años. En este caso, quien firma la partitura es Gordy Haab pero tiene delicadezas tan magistrales como el propio tema principal del Gran Cítculo, el tema de Gina o un extraordinario coro resonando cuando se produce uno de los momentos más dramáticos del juego.
A lo anterior tenemos que destacar cómo la música narra cada detalle del juego, como lo haría John Williams en las películas, metiendo pequeños insertos que nos desvelan que un enemigo nos ha visto, o que un puñetazo ha terminado con un enemigo o, simplemente, que se avecina momento místico cuando alguien nos está narrando una leyenda antigua. Y por cierto, atentos al nombre del personaje de la saga que mencionan cuando Indy surca los cielos de Shanghái.
Valoración Final
Indiana Jones y el Gran Círculo es, sin lugar a dudas, un juegazo. Con una ambientación impecable que captura la esencia del personaje, un sistema de combate divertido y dinámico, y un diseño de mapas que logra equilibrar la libertad y la narrativa, por lo que el juego se posiciona como una de las mejores exclusivas de Xbox en años. Pero muchos años, lástima que en nada vayan a poder jugarlos los poseedores de una PS5.
A pesar de ciertos tropiezos, como la inteligencia de los enemigos, el título brilla por su capacidad de hacer sentir al jugador como el mismísimo Indiana Jones. La experiencia es una carta de amor al legado del personaje, con momentos que quedarán grabados en la memoria de los jugadores. En conclusión, El Gran Círculo es una verdadera alegría para los fans y una victoria para Microsoft y su ecosistema. Si tienes una Xbox o un PC, esta aventura no puede faltar en tu colección.
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