Xataka – Bloc es un ladrillo que promete bajar la temperatura a su alrededor en casi 10 grados: su tecnología es la del botijo
Tres de los diez días más calurosos de los últimos 75 años en España los sufrimos este verano. Agosto fue extremadamente cálido y el Mediterráneo es una “olla a presión”. Estas condiciones implican un mayor uso del aire acondicionado, pero no es un fenómeno restringido a España: el número de días de calor aumenta también en otros países. Urgen cambios en los materiales con los que construimos, y una pareja de diseñadores suecos se han sacado de la manga un ladrillo capaz de bajar la temperatura a su alrededor.
Se llama bloc, y lo mejor de todo es que utiliza la misma tecnología que un botijo.
Terracota impresa en 3D. Luc Schweizer y Andrin Stocker son miembros de la Escuela Superior de las Artes de Zúrich –zhdk– que tuvieron una idea: convertir ciertos puntos de las ciudades en lugares “fríos”. Hacer en el espacio público es complejo porque depender del aire acondicionado no es una opción muy viable, y los árboles tampoco pueden hacer todo el trabajo.
Se les ocurrió algo mejor: combinar en un ladrillo de terracota tanto un túnel de viento como un depósito de agua. La promesa es que puede bajar la temperatura del espacio a su alrededor en unos nueve grados, y lo más alucinante es que puede lograrlo con una combinación de energía solar y refrigeración por evaporación.
Tecnología del botijo. Todo esto del botijo parece una broma, pero no lo es. Este artilugio de arcilla tiene un funcionamiento muy simple para mantener fresca el agua de su interior: ésta se va filtrando por los poros de las paredes del botijo y, por contraste con el exterior, se evapora. El agua evaporada se lleva parte de la energía térmica del agua, por lo que el líquido restante se mantiene a una temperatura más fresca.
Como afirman sus responsables, “se trata de un sistema de refrigeración modular de baja tecnología que utiliza la refrigeración por evaporación para reducir la temperatura del aire”. El funcionamiento es idéntico al del botijo, gracias a que los ladrillos cerámicos porosos absorben el agua y ésta se evapora al exterior, pero con un matiz: han añadido un ventilador.
Este ventilador impulsa el aire a través del túnel de viento que forman los ladrillos y el aire más fresquito sale al exterior, enfriando el espacio más inmediato a la estructura. Para hacer que sea más sostenible, las estructuras cuentan con paneles solares que son las que alimentan al ventilador.
Modular. Dentro de cada ladrillo hay un pequeño depósito para el agua, que el equipo estima que habría que llenar tanto con agua de lluvia recogida naturalmente por el diseño del ‘dispositivo’ como con agua de los servicios municipales. Sería el mayor escollo del sistema, porque por lo demás, afirman que es totalmente modular y las estructuras pueden crecer libremente tanto en altura como en anchura.
Aparte de una especie de sombrillas con bancos a su alrededor, se pueden utilizar para crear marquesinas refrigeradas o paradas de autobús más fresquitas.
Próximos pasos. Antes de lanzar las campanas al vuelo, como suele ocurrir en estos casos, se trata de un mero proyecto. Ambos ya están creando un prototipo a escala 1:1 para probarlo en un entorno urbano real y evaluar el rendimiento a largo plazo, pero ver aplicaciones así en las calles de todo el mundo no será algo inmediato.
También comentan que, al margen de su uso al aire libre, se pueden explorar otras aplicaciones, como integrarlos en la fachada de un edificio para enfriar grandes espacios interiores como salas de exposición.
No es tan único. Como curiosidad, en India ya están probando algo muy similar: flautas de arcilla con esta misma tecnología que son capaces de bajar la temperatura de espacios exteriores e interiores entre seis y quince grados, pero que tienen el mismo problema: o tienen agua… o no funcionan. Bloc, concretamente, necesita unos 50 litros de agua en jornadas calurosas.
Al margen de si terminan aplicándose o no estas innovaciones, es interesante ver cómo la tecnología milenaria es la piedra de toque para problemas actuales. Y cómo seguimos mirando una y otra vez a los materiales y a los propios ladrillos del pasado.
Imágenes | zhdk
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Bloc es un ladrillo que promete bajar la temperatura a su alrededor en casi 10 grados: su tecnología es la del botijo
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Xataka
por
Alejandro Alcolea
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