Xataka – La edad dorada de la concentración: de los 27 a los 36 años el cerebro alcanza su cénit, luego todo es cuesta abajo
La concentración es una habilidad clave en nuestra vida diaria, que influye en cómo aprendemos, trabajamos y cómo realizamos tareas importantes. Sin concentración, los errores se suceden y el tiempo de ejecución se multiplica.
Estudios recientes han buscado determinar en qué momento de nuestra vida alcanzamos el mayor nivel de atención y eficacia mental, un dato que puede sorprender mucho a quienes creen que los jóvenes son los más concentrados por naturaleza.
Es información también es importante para conocer qué pasa después de esa etapa y cómo podemos mantener o mejorar nuestra capacidad de concentración con ejercicios y hábitos adecuados.
El cénit de la concentración
Un metaanálisis exhaustivo de 139 estudios llevado a cabo por investigadores de distintos departamentos de la Universidad Normal de Hangzhou encontró que nunca podrás estar tan concentrado como entre los 27 y los 36 años.
Según los investigadores, la capacidad de atención y memoria dibuja una campana de Gauss marcando su punto álgido entre los 27 y los 36 años. Durante esta franja de edad, el cerebro logra su mayor eficiencia en atención sostenida y habilidades ejecutivas, superando incluso a los jóvenes de apenas 20 años.
A partir de los 36 años, las capacidades cognitivas relacionadas con la concentración comienzan a deteriorarse poco a poco, afectando la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo.
Este declive es natural, pero progresivo, lo que no implica que esta capacidad se pierda de forma drástica en un corto periodo de tiempo, simplemente el cerebro necesita más cuidados y estrategias para mantener su desempeño óptimo con el paso del tiempo.

Entrenar cuerpo y mente
Aunque la concentración decae a medida que se alcanza la madurez, estudios realizados en la Universidad Autónoma de Madrid han revelado cambios físicos en la corteza cerebral después de un programa de entrenamiento cognitivo basado en pruebas de memoria y atención.
Los participantes mostraron un aumento en el grosor cortical en regiones vinculadas al control de la concentración, lo que sugiere que, con ejercicios adaptados, el cerebro puede desarrollar y fortalecer estas capacidades a cualquier edad.
Mantener una rutina de ejercicios mentales, fomentar la atención plena y controlar las distracciones son claves para prolongar los estados de concentración. La práctica constante de tareas que exijan atención y técnicas de organización son herramientas que ayudan a mantener el cerebro activo y alerta.
Además, existe evidencia científica sobre el impacto del ejercicio físico regular en los procesos cognitivos, incluyendo la atención y la concentración, gracias al aumento del flujo sanguíneo cerebral y la activación de regiones cerebrales implicadas en estas funciones. La literatura científica coincide en que la actividad física moderada y los entornos enriquecidos promueven la neurogénesis y mejoran marcadores de concentración.
Hábitos que mejoran la concentración
Para fortalecer la concentración y evitar que el cerebro se disperse con facilidad, es fundamental entrenar la mente con ejercicios específicos y adoptar hábitos efectivos. De acuerdo a las declaraciones de Estanislao Bachrach, biólogo molecular especializado en la relación entre el cerebro y el comportamiento humano, uno de los ejercicios más recomendados es la meditación diaria, que ayuda a reducir el estrés y mejorar la memoria.
El exceso de elementos distractores, como el móvil o el ruido ambiental, dificulta alcanzar un estado de atención y concentración sostenido en el tiempo. La multitarea tampoco es un gran aliado para mantener el enfoque, dado que cada cambio de tarea el cerebro debe reubicarse en la nueva tarea, algo que le saca de este estado de «flujo» del que hablaba Mihály Csíkszentmihályi en su libro ‘Fluir‘.
Por último, la motivación juega un papel crucial: cuando una tarea no nos interesa o nos sentimos ansiosos, nerviosos o abrumados, concentrarse se vuelve más complicado.
En Xataka | Cómo recuperar la concentración que las redes sociales y la multitarea nos han arrebatado
Imagen | Unsplash (Jonathan Borba)
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La edad dorada de la concentración: de los 27 a los 36 años el cerebro alcanza su cénit, luego todo es cuesta abajo
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Rubén Andrés
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