Xataka – La DGT ha creado un Gran Hermano contra el cinturón y el móvil. Siguiente objetivo: la línea continua
Poco a poco, sin hacer mucho ruido, la DGT ha ido ampliando horizontes. Primero fueron los radares de velocidad. Luego llegaron los controladores móviles y el uso de helicópteros. Y, con los años, una continua expansión de cámaras para vigilar el uso del cinturón de seguridad o del teléfono móvil.
Y, ahora, de las líneas continuas.
Por tierra… y aire. En España hay activos, en estos momentos, un total de 3.395 aparatos para controlar la velocidad o cualquier otro tipo de infracción, según datos recogidos por Faconauto. En estos datos no solo se cuentan los controladores de la DGT, hay que tener en cuenta que País Vasco y Cataluña tienen las competencias traspasadas y que los municipios también pueden contar con sus propios aparatos.
Según la propia DGT, que recoge estos datos en su página web recopilando la posición de todos sus radares, en España hay más de 1.300 puntos de ser vigilados entre radares fijos y móviles. Además, hay que tener en cuenta que, respecto a esto último, la DGT cuenta con cajas vacías repartidas por todo el territorio nacional como medida intimidatoria.
A estos sistemas hay que sumar el desempeño de Pegasus, los helicópteros de la DGT que desde el aire persiguen los excesos de velocidad. Unos equipos que, pese a ser punteros, parecen haber quedado obsoletos al lado de los equipos catalanes en este sentido.
No solo radares. En esa vigilancia aérea, no solo de radares de velocidad vive la DGT. La entidad pública cuenta con más de 200 cámaras que vigilan el uso del cinturón de seguridad y el teléfono móvil. Hablamos de equipos que pueden sancionarnos con 200 euros y cuatro puntos en el primer caso y con 200 euros y seis puntos del carné de conducir si hacemos uso del segundo.
Pero, además, en los últimos tiempos la DGT ha introducido un nuevo tipo de controladores. Con cámaras, el organismo es capaz de detectar si un conductor omite un stop o se salta una ralla continua. Infracciones, ambas, castigadas con 200 euros de multa al ser consideradas infracciones graves.
Madrid como laboratorio. De esas últimas cámaras de control de línea continua, las cuatro que registra la DGT se encuentran en Madrid. La región es la gran señalada por la DGT. Todos ellos se encuentran en las cercanías de la capital.
Según los datos mostrados por la propia DGT, los encontramos en las siguientes ubicaciones:
Tipo de cámara |
Carretera |
Punto kilométrico |
Sentido |
---|---|---|---|
Línea continua |
A1 |
15,95 |
Decreciente |
Línea continua |
A2 |
11,8 |
Decreciente |
Línea continua |
A42 |
16,9 |
Decreciente |
Línea continua |
A6 |
20,2 |
Decreciente |
¿Y cómo funcionan? El sistema, explican desde la DGT, es sencillo. Una cámara en cada carril detecta al principio del tramo vigilado qué coches circulan a cada lado de la línea continua. Así, registran todas las matrículas que van pasando. Al finalizar el tramo controlado, la cámara tiene que volver a registrar el mismo coche.
En caso de que la segunda cámara no coincida con la primera, la respuesta es clara: el conductor se ha saltado la línea continua. Es decir, si aparece en el carril derecho (pongamos como nombre cámara A) en un primer paso y al salir del tramo vigilado es registrado por la cámara del carril izquierdo (pongamos cámara B), el conductor se ha saltado la línea continua. Lo mismo sucede en el caso contrario.
En el caso de que la matrícula sea registrada por la misma cámara (A o B) en los dos puntos vigilados, el coche no se habrá movido de su sitio:
Foto | Google Maps y Xataka
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La noticia
La DGT ha creado un Gran Hermano contra el cinturón y el móvil. Siguiente objetivo: la línea continua
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Xataka
por
Alberto de la Torre
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