Xataka – Escocia se ha cansado de los turistas en sus difíciles carreteras del interior. Así que les ha puesto una placa especial
Cada año cientos, miles, decenas de miles de turistas británicos viajan a las Canarias para disfrutar de unas vacaciones relajantes en sus playas. No fue el caso de Robert Marshall. De su visita a Tenerife él se volvió con una experiencia mucho menos agradable, la «horrible» sensación que tuvo cuando se sentó tras el volante de un coche y quiso circular por la isla sin estar habituado a sus señales, sus carreteras o algo tan ‘simple’ como conducir por el lado derecho.
De aquel viaje Marshall se volvió a casa con algo más que el «estrés» de la experiencia: una idea para que a ningún otro turista le ocurriera lo mismo.
Marshall no es político ni experto en movilidad, pero sí sabe de turismo. Al fin y al cabo es el dueño de un hotel situado en las Highlands, las Tierras Altas de Escocia, una región que ha experimentado su particular boom turístico en los últimos años gracias a sus montañas, castillos y costa. Cuando hace un tiempo Marshall viajó a Tenerife y condujo por la isla comprendió mucho mejor las dificultades que los turistas extranjeros se encuentran al circular por las carreteras de su patria.
Al desafío que supone ya de por sí manejar un vehículo nuevo, en un país nuevo, con carreteras, costumbres y puede incluso que normas desconocidas se añade el cambio de lado de la conducción: por la izquierda en Reino Unido, por la derecha en la mayoría de países (incluida España). E su caso el resultado fue una experiencia fue «horrible» y lo dejó «completamente estresado».
«Al llegar a las rotondas, los cruces, nada más empezar el viaje, iba en sentido contrario al que suelo conducir. Todos los mandos y botones estaban en un lugar diferente. No paraba de gritarle a mi pareja: ‘Ojalá esta gente supiera que soy un turista'», recuerda. La sensación no era del todo desconocida. Él mismo había visto cómo se estresan los extranjeros cuando tienen que hacer lo contrario y ponerse a los mandos de un coche por las estrechas y sinuosas carreteras de las Highlands.
Para solucionarlo Marshall tuvo una idea: ¿Y si efectivamente los conductores pudieran reconocer a los turistas? ¿Y si existiera una forma sencilla de identificar los coches de los viajeros que no dominan la zona o no están habituados a la forma de conducir de un determinado lugar? ¿Ayudaría a que el resto de vehículos con los que comparte la carretera se mostrasen más comprensibles o incluso más cautos?
Fruto de aquellas reflexiones es la Tourist Plate, una matrícula para turistas.
La idea es similar a la de la placa que identifica a los chóferes noveles: una señal que advierta al resto de conductores de que quien está al volante no está habituado a la zona, algo que la Tourist Plate consigue con un rectángulo adhesivo diseñado para la parte posterior del coche. Fondo blanco, una gran T verde de «Tourist» y superficie reflectante para garantizar que la placa se ve también de noche.
«Es una idea sencilla, pero ha generado conversación sobre la seguridad vial», celebra Marshall. Y tanto. La propuesta ha despertado el interés de medios como BBC, CNN, The Telegraph o The Times, entre otros. Y aunque a priori las placas no han sido aprobadas por ninguna autoridad, Transport Scotland sugería hace poco a la CNN y BBC que a su entender no hay problema en mostrarlas.
Los adhesivos se venden por 9,99 libras en la web de Tourist Plate y Marshall asegura que ya tiene pedidos de países como EEUU, Pakistán o India.
Que la idea haya surgido justo en las Highlands no es casualidad. La región está viviendo un particular boom turístico gracias en parte al éxito de la ruta North Coast 500, por donde circulan visitantes que (al igual que le pasaba a Marshall en Tenerife) no están habituados a las carreteras escocesas, viales de un solo carril y la conducción por la izquierda, lo que se ha traducido en una mayor siniestralidad.
Las cifras oficiales muestran que los accidentes en Escocia causados por conductores que circulan por el lado erróneo se dispararon un 46% en un año: de 24 colisiones achacables a la «inexperiencia al conductor por la izquierda» en 2022 se pasó al año siguiente a 35. El saldo de los últimos años deja también víctimas y accidentes protagonizados por viajeros italianos, alemanes o estadounidenses.
La policía escocesa ha llegado a trabajar incluso con la embajada de EEUU para concienciar a los turistas sobre la importancia de ser cauteloso al volante.
Por lo pronto, la Tourist Plate parece haberle funcionado a Laura Hanser, activista de A9 Dual Action Group, un grupo que reclama mejoras para la seguridad vial de la carretera A9. Hace poco Hanser decidió pasar de la teoría a la práctica y probó ‘la matrícula para turistas’ adhiriéndola la pegatina a su propio coche.
«Conduje por una carretera de un solo carril a 80 km/h. Dejé que diferentes vehículos me alcanzaran. Se notaba claramente que tardaban un par de segundos en darse cuenta y entonces reducían la velocidad al reconocer que llevaba esa placa en el coche», relata Hanser, quien confía en que la pegatina ayude a los extranjeros a «aclimatarse a su entorno, el coche y el medio en el que se encuentran».
«La infraestructura de las Highlands están sometidas a una gran presión por la afluencia de turistas. Cualquier cosa que podamos hacer para ayudar, prevenir o crear más conciencia solo puede considerarse positivo», concluye.
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Imágenes | Tourist Plate, Robert Bye (Unsplash) y Bo&Ko (Flickr)
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por
Carlos Prego
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