Xataka – En 2030 el 90% de los coches que prevé vender Renault serán eléctricos: esta es la estrategia de esta marca para lograrlo

A estas alturas nadie pone en duda que los vehículos eléctricos van a colonizar la industria de la automoción durante esta década. Todos los fabricantes están afrontando esta transición, aunque algunos la están implementando con más agilidad que otros.

Este es el clima en el que Renault acaba de dar a conocer su estrategia de electrificación, y lo ha hecho hablándonos de cifras de ventas, de sus tecnologías para baterías, y también de las plataformas que esta marca francesa ha puesto a punto para reforzar su apuesta por el coche eléctrico.

La primera cifra que ha dado a conocer durante su evento es toda una declaración de intenciones: el 90% de los coches que esta marca prevé vender en 2030 serán eléctricos. Para hacerlo posible fabricará más de 400 000 vehículos eléctricos al año de aquí a 2025, así como un millón de motores eléctricos que serán utilizados tanto por los coches eléctricos puros como por los híbridos.

Renault prevé fabricar más de 400 000 vehículos eléctricos al año de aquí a 2025, y nada menos que un millón de motores eléctricos

Además, los responsables de esta compañía han asegurado que los pilares de su capacidad de producción son las factorías que tiene en las ciudades francesas de Ruitz, Douai y Maubeuge.

Estas fábricas ya están preparadas para hacer frente a la demanda actual y futura de coches eléctricos, y se apoyarán en la gigafactoría de baterías con sede en Douai que tendrá una capacidad de producción, siempre según Renault, de 9 GWh en 2024, y que prevé alcanzar los 24 GWh en 2030.

La marca francesa ha asegurado que ha establecido las alianzas estratégicas que necesita para autoabastecerse de todo lo que requiere para alcanzar este volumen de producción, incluidas las baterías y los motores eléctricos de última generación.

Renault asegura que a partir de 2025 será el primer fabricante de vehículos capaz de producir a gran escala motores eléctricos de flujo axial, que nos prometen ser más compactos, económicos, potentes y ligeros que los convencionales.

Ahora mandan las baterías con cátodo NMC; en el futuro, las de estado sólido

Durante el evento los directivos de Renault han confesado que la experiencia que han acumulado durante los últimos diez años produciendo coches eléctricos les invita a encarar el futuro con optimismo.

De hecho, la primera versión comercial del Zoe llegó a los concesionarios en 2013, por lo que es evidente que los ingenieros de esta marca no son unos novatos en este terreno. En cualquier caso, la tecnología aplicada a las baterías está en el centro de su estrategia, como cabía esperar.

Una de sus previsiones más interesantes consiste en que planean desarrollar la tecnología de baterías lo suficiente para que su coste de producción se reduzca a la mitad durante la próxima década. Este propósito es muy importante debido a que la batería acarrea nada menos que el 40% del coste total de los coches eléctricos.

Además, esta marca confía en que su capacidad de fabricación le permita producir un millón de vehículos eléctricos en 2025, y su alianza con LG Chemical para dominar la química de las celdas, de nuevo según la previsión de la propia Renault, le ayudará a rebajar el coste de las baterías a menos de 100 dólares el kilovatio hora (kW h) durante ese mismo año.

Las baterías que Renault está utilizando actualmente emplean un cátodo de tipo NMC (se llama así debido a que combina níquel, manganeso y cobalto) porque, según esta marca, son las que tienen las mejores propiedades electroquímicas.

Estas baterías nos proponen la mayor eficiencia y la degradación más lenta que la tecnología actual permite fabricar a gran escala, pero a finales de esta década Renault prevé tener sus propias baterías de estado sólido con celdas ASSB (All-solid-state batteries).

Estas son las características que, sobre el papel, hacen tan atractivas a las baterías de estado sólido:

Su densidad energética es sensiblemente superior a la que nos ofrecen las baterías de iones de litio. Las de estado sólido rozan los 500 Wh/kg, mientras que las de iones de litio quedan por debajo de los 300 Wh/kg.
El incremento de la densidad energética debería tener un impacto  directo en la autonomía de los vehículos eléctricos, que se dilatará entre un 20 y un 50%.
La carga de la batería será hasta seis veces más rápida, por lo que en solo 15 minutos será posible llevar una batería completamente descargada al 80% de la carga total.
Su vida útil será más larga gracias a la eliminación de la pérdida de capacidad provocada por la degradación del ánodo.
Las baterías de estado sólido deberían ser más estables y seguras que las de iones de litio debido a que los elementos separadores sólidos no pueden entrar en combustión.
Su producción será más barata y tendrán un menor impacto en el precio final de los coches eléctricos.

Dos plataformas para reforzar su apuesta por el coche eléctrico: CMF-EV y CMF-BEV

Renault ha desarrollado junto a Nissan y Mitsubishi, que son sus principales socios estratégicos, dos plataformas diferentes que le permitirán desplegar su próximo porfolio de coches eléctricos. Una de ellas se llama CMF-EV (Common Module Family-Electric Vehicles), y la segunda CMF-BEV.

La primera es una plataforma modular que, según esta marca, garantiza una elevada habitabilidad, permite reducir el ruido en el interior del habitáculo en hasta un 50%, pesa 100 kg menos que su plataforma actual, su producción es más económica y permite instalar baterías más finas. Esta es la plataforma que Renault utilizará en sus coches eléctricos más ambiciosos, como el MeganE eléctrico, que tendrá una autonomía de 450 km en ciclo WLTP.

La plataforma CMF-BEV será la que utilizarán los coches eléctricos de esta marca más asequibles, como el Renault 5 eléctrico que podéis ver en primer plano en la fotografía de portada de este artículo (el otro vehículo es el MeganE). Producir esta plataforma es un 33% más barato que fabricar la plataforma CMF-B, que es la que utilizan sus actuales vehículos de tamaño medio.

Además, según este fabricante, esta base reduce el ruido en el interior del habitáculo, asegura un comportamiento en carretera óptimo y permitirá a los coches que la utilizarán entregarnos una autonomía WLTP de hasta 400 km. La estrategia de Renault sobre el papel pinta bien, pero, ante todo, nos recuerda que el futuro le pertenece al coche eléctrico. Confiemos en que todos los fabricantes se esfuercen para proponernos soluciones lo más populares posible.


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En 2030 el 90% de los coches que prevé vender Renault serán eléctricos: esta es la estrategia de esta marca para lograrlo

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por
Juan Carlos López

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