Xataka – El gran número de SPACs anticipa unos años moviditos en la compraventa de empresas tecnológicas: qué es y cómo funciona esta figura financiera

El gran número de SPACs anticipa unos años moviditos en la compraventa de empresas tecnológicas: qué es y cómo funciona esta figura financiera

Últimamente en los mercados financieros de EEUU se viene hablando mucho de las SPAC, acrónimo que significa Special Purpose Acquisition Company (Empresa con el objetivo especial de adquisición). Este tipo de estructuras existen desde hace bastante tiempo pero recientemente están cobrando mayor relevancia y en el futuro veremos algunas compañías privadas famosas saliendo a bolsa a través de SPACs.

¿En qué consiste una SPAC?

Básicamente una SPAC es una compañía sin estructura, con el único fin de adquirir otra ya existente. Una SPAC se crea y sale a bolsa a través de una OPV (oferta pública de venta, o IPO en inglés) para recaudar dinero y así poder comprar su empresa objetivo.

Normalmente cuando se crea una SPAC no se dice abiertamente cuál es la empresa objetivo así que los inversores prácticamente dan un cheque en blanco a los directivos de la SPAC para que compren lo que quieran con el dinero. En la práctica siempre hay un plan, aunque suele ser secreto para evitar problemas tanto con los reguladores como con posibles competidores de la compra.

Una SPAC tiene normalmente dos años para completar su compra. De lo contrario, la empresa se disuelve y devuelve el dinero recaudado a los inversores.

En la práctica una SPAC está formada por un grupo de personas expertas en un sector concreto, con lo que se puede intuir el tipo de empresa que tiene pensado adquirir. El dinero recaudado se pone en un trust y solo se puede tocar el dinero para realizar la adquisición o para devolverlo a los inversores si el plan fracasa.

Ventajas de una SPAC

Pero, ¿por qué existen las SPAC? Normalmente por dos motivos. El primero es que para una empresa privada es más sencillo salir a bolsa a través de una SPAC que por el método tradicional. Es más fácil crear una SPAC, que cotice en bolsa y que compre una empresa privada a que una empresa privada empiece a cotizar, debido a la cantidad de información que hay que proporcionar a los mercados.

Al ser las SPAC un cascarón vacío es realativamente sencillo que salga a bolsa, ya que apenas hay que proporcionar información debido a que no tiene ventas y perspectivas que reportar al mercado.

El segundo motivo es que, en el caso de que un grupo de inversores quiera comprar una empresa privada de gran tamaño, necesitará financiación externa debido a que es relativamente dificil conseguir todo el capital para realizar la compra. Un SPAC es una buena alternativa para lograrlo (aunque otra podría ser endeudarse y poner como contrapartida la empresa comprada, un leverage buyout, pero añade riesgo a la operación debido precisamente a la deuda contraída).


Cada vez hay más SPACs

Aunque las SPACs existen desde la década de los 90, ha sido recientemente cuando han despegado. En EEUU, el país en el que se crearon estas estructuras, se ha visto como se incrementaban de forma muy notable este tipo de salidas a bolsa desde 2013.

Numero Spacs Número de SPACs que han salido a bolsa a los largo de los años en EEUU. En 2021 solo son datos parciales. Fuente: SPAC Research
Cantidad Spacs Cantidad recaudada por las SPACs a lo largo de los años en salidas a bolsa en EEUU. Los datos de 2021 son parciales. Fuente: SPAC Research

El motivo de esta popularización de las SPAC es que cada vez hay empresas privadas más grandes. Los fondos de capital riesgo y empresas de equity son cada vez grandes (debido en parte a la política monetaria de todo occidente) y para lograr vender las empresas solo quedan las OPVs o las adquisiciones por empresas cotizadas.

Las SPAC son, por tanto, una buena forma de vender la empresa sin tener que pasar por el proceso de OPV. Grandes bancos de inversión como Goldman Sachs están patrocinando algunos de estas SPACs.

Ejemplos de cotizaciones a través de SPACs

Quizá el ejemplo más famoso de SPAC fue la que compró Burger King en 2012, aunque la operación fue algo más complicada. Por un lado, Burger King fue comprada en una operación con mucha deuda en 2010, y solo dos años después fue comprada de nuevo por un SPAC y así volvió a cotizar en bolsa.

Otro ejemplo es el de Virgin Galactic, que se fusionó con una SPAC en 2019 y así logro salir a bolsa de una forma muy rápida.

Debido al gran número de SPAC que hay en la actualidad abiertas (424) y el gran capital que acumulan (133.000 millones de dólares) no es de extrañar que en los próximos años veremos más de una empresa tecnológica privada salir a bolsa por este camino.


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El gran número de SPACs anticipa unos años moviditos en la compraventa de empresas tecnológicas: qué es y cómo funciona esta figura financiera

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por
Alejandro Nieto

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