HardZone – ¿Podrías cargarte el PC por apretar demasiado el disipador?
Instalar un nuevo disipador para el procesador es un proceso relativamente sencillo, máxime si sigues el manual de instrucciones del fabricante. Sin embargo, a pesar de no tener mucho misterio sí que hay que tener un poco de cuidado y ser bastante delicado, porque hay personas que piensan que para que quede bien fijo debes apretar los tornillos al máximo, y esto podría tener consecuencias. Te lo contamos.
Ya sea que vayas a instalar un disipador por aire o un kit de refrigeración líquida, tendrás que apretar unos cuantos tornillos (por ahora, solo algunos disipadores de stock se pueden montar sin herramientas), y para ello muchas veces utilizamos atornilladores eléctricos, que en general aplican más fuerza de la que aplicaríamos haciéndolo a mano con un destornillador… pues ojo con eso.
Ten cuidado al apretar los tornillos del disipador
Comenzaremos diciendo que tampoco tienes que tener miedo. Sí, efectivamente puedes llegar a cargarte algo por apretar demasiado los tornillos al instalar un disipador, pero la verdad es que tendrías que ser bastante «bestia» o utilizar un atornillador eléctrico con demasiada fuerza para que esto sucediera. Además, en disipadores relativamente modernos los tornillos tienen un tope que no te permite apretar más, por lo que tampoco debes preocuparte demasiado (aunque nuestro consejo es que nunca «hagas el bestia» apretando tornillos cuando se trata de un PC).
Tomando como ejemplo un disipador por aire, los primeros tornillos que deberás instalar y apretar son los que unen los soportes con el backplate. Estos tornillos suelen tener una arandela de goma para no dañar el PCB, pero ojo porque no todos lo tienen y literalmente rozarán con el PCB de la placa base. Realmente, estos son los tornillos que menos hay que apretar, precisamente porque el PCB de la placa base es un elemento muy delicado y que no nos interesa dañar.
Nuestro consejo: aprieta suavemente hasta que haga cierto tope, y luego gira un cuarto de vuelta más haciendo fuerza. Hasta ahí, no aprietes más ya que aunque en algunos disipadores te pueda parecer que queda un poco suelto, esto se compensará al instalar luego el disipador.
En los tornillos que ves arriba, para instalar el soporte que soporta (valga la redundancia) el disipador, sí que puedes hacer un poco más de fuerza sin problema. Ahora bien, si te pasas lo que puedes dañar es la rosca éstos o de los tornillos anteriores, así que tampoco te pases. Nuestra recomendación es que también los aprietes hasta que hagan cierto tope y que luego les des entre un cuarto y media vuelta más haciendo fuerza.
Ya al apretar los tornillos que unen el disipador a su anclaje es cuando más fuerza puedes hacer. En muchos disipadores estos tornillos llevan un muelle, como podéis ver en la imagen de arriba, y además por norma general su rosca también hace tope.
Nuestra recomendación: aprieta hasta que lleguen al tope y no hagas más fuerza, no es necesario. Por otro lado, si el disipador se ancla con dos tornillos te recomendamos ir apretándolos poco a poco y de forma alternativa, para que no haga presión irregular sobre el procesador. Si el disipador se ancla con 4 tornillos, como es habitual en los sistemas de refrigeración líquida, la recomendación es hacerlo alternativamente y en cruz, es decir, primero aprieta un poco, por ejemplo, el tornillo de arriba a la izquierda y luego haz lo propio con el de abajo a la derecha. Luego le toca al de arriba a la derecha y finalmente el de abajo a la izquierda. De igual forma, ve apretándolos alternativamente y poco a poco, nunca aprietes del todo un tornillo con los demás sueltos.
¿Qué se puede romper por apretar demasiado?
Ya te hemos dado algunas pistas antes, pero a modo de resumen lo que se puede estropear es lo siguiente:
El PCB de la placa base si aprietas demasiado el anclaje del backplate.
La rosca tanto de los tornillos como de sus sujeciones (lo que conocemos como «pasarse de rosca»). Esto le puede pasar a cualquier tornillo.
Podrías incluso llegar a cargarte el procesador si no tienes cuidado al apretar los tornillos del disipador. Hazlo alternativamente, como te hemos explicado en la sección anterior.
De todos modos, volvemos a incidir en el hecho de que tampoco tienes que tener miedo, solo un poco de cuidado y muy especialmente si usas atornilladores eléctricos.
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