HardZone – Caja de tipo torre o tipo cubo, ¿qué ventajas tiene usar una u otra?
Tradicionalmente, las cajas de PC siempre habían tenido dos formatos: o de sobremesa (la típica caja tipo HTPC horizontal pensada para poner el monitor encima) o de tipo torre, un formato que sigue siendo el más habitual a día de hoy. Desde hace algunos años comenzaron a aparecer cajas tipo cubo, y de hecho tuvieron su punto álgido con casi todos los fabricantes sacando sus propios modelos, y sin embargo hoy en día parecen haber caído de nuevo en el olvido. ¿Qué ventajas tiene utilizar una caja de un tipo o de otra? ¿Qué es mejor según para qué? Esto y mucho más es lo que te vamos a contar a continuación.
Quizá al decir que hoy parecen haber caído en el olvido sea un poco exagerado, pero lo que sí es cierto es que ya se ha terminado esa racha en la que todos los fabricantes presentaban sin cesar cajas con este formato en forma de cubo, dejando un poco de lado las cajas tradicionales de tipo torre. A día de hoy son muchos los fabricantes que siguen teniendo estas cajas en sus catálogos activos y, de hecho, algunos incluso siguen presentando nuevos modelos, pero desde luego no al ritmo que vimos hacia 2018 y 2019.
Todos conocemos las cajas tipo torre pero, ¿cómo son las tipo cubo?
El concepto de caja tipo cubo no es nada nuevo, aunque no se extendió hasta aproximadamente el año 2018. Consiste en una caja que en lugar de subir hacia lo alto, se extiende hacia lo ancho separando los componentes de hardware en dos cámaras internas separadas, dejando a un lado los componentes más vistosos como el disipador, la placa con la memoria RAM y la tarjeta gráfica, y «escondiendo» los dispositivos que no solemos querer «enseñar» como la fuente de alimentación o los dispositivos de almacenamiento.
Pero esto es solo una de sus facultades, porque en realidad la idea no es simplemente separar los componentes más feos o el cableado de la zona visible sino separar los dispositivos que más calor generan (el procesador y la gráfica) del resto del hardware con el objetivo de optimizar al máximo la refrigeración interna de la caja; esto, sin embargo, sirve de poco en muchas cajas de tipo cubo que salieron en su momento al mercado porque dejaban la zona del almacenamiento y la fuente sin refrigeración activa.
Así pues, una caja tipo cubo se llama así precisamente porque tiene (casi) forma de cubo, por norma general es más baja que una caja de tipo torre (aunque no siempre, como por ejemplo con la gigantesca Corsair 680X) y siempre es bastante más ancha para hacer hueco a ese compartimento adicional.
Ventajas e inconvenientes de las cajas de tipo cubo
Comencemos con los inconvenientes en esta ocasión, ya que hay dos «pegas» principales de este tipo de cajas. La primera es el espacio que ocupan encima de la mesa dado que generalmente son bastante anchas; cuando tienes la caja encima de la mesa normalmente te da igual que sea lo alta que sea, pero el ancho sí que influye bastante en relación a que te quepan monitores encima de la mesa, por ejemplo.
La segunda desventaja principal es que la mayoría de fabricantes han descuidado la refrigeración en el compartimento trasero donde se ubican, por norma general, los dispositivos de almacenamiento y la fuente de alimentación. Para la fuente esto no es un problema ya que tienen sus propios ventiladores internos y las cajas obviamente incorporan una rejilla para éstos componentes, pero los dispositivos de almacenamiento sí que pueden sufrir más por las altas temperaturas al carecer de refrigeración activa en esta zona.
En cuanto a las ventajas, en realidad ya las hemos explicado al principio porque son inherentes a las características de estas cajas y también son dos: la primera es que se separan los componentes que más calor generan, pudiendo así fomentar la refrigeración de la caja; además, este espacio que queda libre por haber quitado de la zona principal la fuente y los discos duros permite mayores opciones de refrigeración. La segunda ventaja es que permite tener mucho más claro y ordenado el hardware que queremos mostrar a través de la ventana, quedando configuraciones de hardware mucho más llamativas e impactantes.
Ventajas e inconvenientes de las cajas de tipo torre
Todos conocemos o hemos tenido una caja de tipo torre, en la que a diferencia de las de tipo cubo todo el hardware se instala en el mismo «compartimento». Estas cajas tienen la ventaja de que ocupan menos espacio encima de la mesa al crecer en altura y no en anchura, y además todos los componentes reciben refrigeración activa sin problemas siempre y cuando la caja esté bien diseñada.
En muchas cajas de tipo torre, como la que mostramos en la imagen de arriba, se ha optado por incorporar una cubierta de plástico que literalmente esconde la fuente y su cableado, además de los dispositivos de almacenamiento, creando un efecto visual similar al que obtenemos con una caja de tipo cubo. Cierto es que se ve esa pieza de plástico negra en el suelo y que se reducen las opciones de refrigeración con esto, eso sí.
Torre o cubo, ¿qué tipo de caja es mejor?
Como siempre depende, aunque en este caso depende de la caja y del hardware que pretendas instalar en su interior. Por norma general una caja de tipo torre siempre va a cumplir con tus expectativas, mientras que una caja de tipo cubo es un poco más exigente a este respecto en el sentido de que requiere que tengas más espacio físico para colocarla. Dejando eso de lado, ambos tipos de caja tienen sus ventajas y desventajas como hemos visto, así que es en realidad a elección del usuario el discernir si prefiere una u otra.
Te diríamos que una caja de tipo cubo tiene más ventajas que inconvenientes comparado con una de tipo torre, pero dependerá de si tienes espacio físico donde ubicarla. En cualquier caso, con una caja de tipo torre que sea de buena calidad, tenga espacio para instalar tus componentes y cuente con buenas opciones de refrigeración nunca te vas a equivocar.
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