Xataka – La enorme tuneladora Mayrit de la L11 del Metro ya está en Madrid. Ahora llega el verdadero desafío: montarla pieza a pieza
En Madrid ya están las piezas de una de las máquinas más grandes que trabajarán en el subsuelo de la ciudad en los próximos años. Se trata de Mayrit, la tuneladora EPB de 98 metros de longitud y 1.500 toneladas de peso cuyo transporte arrancó en Alemania, siguió por el cauce del Rin hasta Rotterdam y continuó en barco hasta el puerto de Santander. Tras ese recorrido, un convoy especial ha completado más de 450 kilómetros por carretera para llevar sus módulos hasta la futura estación de Comillas, donde se preparará para excavar el nuevo tramo de la Línea 11 entre Plaza Elíptica y Conde de Casal.
La obra en la que trabajará Mayrit forma parte de una intervención más amplia que la Comunidad de Madrid describe en 2025 como la mayor ampliación de la red de Metro en la última década. Los datos oficiales publicados en noviembre sitúan el avance en el 34% y mantienen un presupuesto de 518 millones de euros para completar el nuevo tramo y las estaciones previstas. El Gobierno regional mantiene el año 2027 como referencia para cerrar esta fase del proyecto.
Mayrit ya está en Madrid: hora falta convertir sus piezas en una sola máquina operativa
Cuando se trata de una máquina de este tamaño y complejidad, cada fase del proceso exige una precisión que va mucho más allá de la ingeniería convencional. La trayectoria de Mayrit hacia España comenzó mucho antes de aparecer en carretera: arrancó en Schwanau, la localidad alemana donde Herrenknecht completó su fabricación tras unos 20 meses de trabajo. Allí, a más de mil kilómetros de Madrid, la tuneladora quedó ensamblada por primera vez en junio de 2025 para realizar las verificaciones iniciales. Ese montaje evidenció la magnitud del siguiente paso: convertir la máquina en un conjunto de piezas capaz de viajar por Europa sin riesgos.
Desmontarla no fue un trámite rápido. Durante los dos meses siguientes, los equipos de Herrenknecht se dedicaron a separar cada módulo siguiendo una secuencia calculada al milímetro. El resultado fue un conjunto de secciones listas para iniciar un recorrido internacional.

El desembarco en el puerto de Santander marcó el inicio de la última etapa del viaje de Mayrit, una fase que requiere una coordinación muy distinta a la del transporte fluvial y marítimo. Las piezas llegaron distribuidas en cargamentos separados y fueron transferidas a plataformas preparadas, un proceso que se realiza con equipos especializados para evitar cualquier desplazamiento inesperado.

La organización del traslado por carretera incorporó protocolos habituales en los transportes especiales, con vehículos de gran tonelaje escoltados por equipos técnicos encargados de revisar despejes, radios de giro y accesos urbanos. Las autoridades confirmaron que el avance se realizó principalmente de noche para reducir interrupciones y facilitar las maniobras en los tramos más delicados del recorrido. La llegada al entorno de Comillas exigió un despliegue final de personal y maquinaria para acomodar cada pieza en la zona de obra, donde ya aguarda la fase de ensamblaje que transformará este conjunto de módulos en una única tuneladora operativa.

La llegada de las piezas marca también el inicio de una fase que, según las previsiones difundidas entre junio y noviembre de 2025, puede prolongarse hasta marzo de 2026. Ensamblar una tuneladora requiere unir módulos en un orden estricto, conectar sistemas hidráulicos y eléctricos y realizar pruebas que se concentran entre finales de enero y febrero. Es un proceso secuencial que no se resuelve en pocos días y que condiciona la fecha en la que la máquina podrá empezar a excavar a comienzos de marzo.
La documentación oficial describe a Mayrit como una máquina EPB adaptada a las características geotécnicas del trazado. Su funcionamiento se basa en mantener un equilibrio de presiones que evita movimientos no deseados en superficie, especialmente relevante en entornos urbanos. Para sostener ese proceso intervienen turnos de especialistas que gestionan los sistemas de control y evacuación del material excavado. El rendimiento previsto, cercano a los 15 metros diarios, será determinante para marcar el ritmo del avance mecanizado.

Comillas será el punto desde el que Mayrit empezará el tramo mecanizado, según las previsiones que la Comunidad de Madrid ha ido detallando desde junio de 2025. A partir de ahí avanzará hasta Conde de Casal, mientras en paralelo progresa la excavación manual de unos 700 metros hacia Plaza Elíptica, iniciada en septiembre con un rendimiento cercano a los 50 metros mensuales.
El inicio de la excavación marcará el salto entre la obra preparatoria y el avance real del túnel que transformará este tramo de la Línea 11. Con cada metro excavado, el trazado previsto se acercará a su forma definitiva y permitirá medir el progreso del proyecto con mayor claridad. Es un elemento significativo dentro de la planificación regional para reforzar la movilidad en una de las zonas con más demanda de la red.
Imágenes | Comunidad de Madrid
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La enorme tuneladora Mayrit de la L11 del Metro ya está en Madrid. Ahora llega el verdadero desafío: montarla pieza a pieza
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Javier Marquez
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