Xataka – Octubre traerá un cambio de tiempo radical a España: de las lluvias torrenciales al calor
Sé que puede ser difícil de creerlo tras ver como caen más de 300 litros por metro cuadrado en Ibiza y su calles se convierten en ríos, pero hay vida después del huracán Gabrielle y el episodio de lluvias torrenciales de los últimos días.
Lo que ocurre es que, a corto plazo, esa vida es seca. Muy seca. Y el motivo tiene nombre y apellidos: NAO positiva.
¿Qué es eso de NAO positiva? La Oscilación del Atlántico Norte es el ‘baile’ entre el anticiclón de las Azores y la baja de Islandia, los dos grandes fenómenos atmosféricos que rigen la meteorología del Atlántico norte.
Cuando el índice que usamos para «medir quien va ganando» es negativo, el anticiclón de las Azores es más débil de lo normal y, por eso mismo, no puede bloquear las borrascas profundas del atlántico. La consecuencia directa es que, circulan más al sur de lo habitual: justo a nuestra latitud.
Ahora, en cambio, el indicador es positivo y eso significa que no va a entrar ni una gota de humedad desde el oeste. Las borrascas se moverán hacia latitudes altas (cerca de Islandia y los países nórdicos).
Eso no significa que no vaya a llover en los próximos días. No, es un poco más complejo. Porque sí que va a llover (chubascos residuales) en el Mediterráneo. Pero a medida que el flujo de levante y el aire frío se desdibujen, el cambio de patrón va a ser radical.
La fecha de inicio está clara. A partir del sábado 4 de octubre, ese cambio de patrón se hará patente en toda Europa occidental: las zonas del sur de continente van a quedar bajo el influjo de un enorme área de altas presiones subtropicales.
Lo que no tenemos tan claro es cuando acabar. Sobre el papel, la situación parece muy persistente y podemos dar casi por hecho que estará con nosotros al menos una semana. Eso son entre 1 y 3 grados por encima de lo normal. No mucho, pero reseñable.
No obstante, estamos en otoño y eso significa «una atmósfera tremendamente inestable». Nadie sabe qué pasará después.
El peligro del norte. Sobre todo, porque NAO positiva significa un bloqueo por el oeste, pero no implica nada sobre el norte. En cualquier momento podría descolgarse una DANA desde latitudes altas y revolucionar la tranquilidad de los próximos días.
¿Y no es buena noticia? En términos aislados, la verdad es que no es ni buena ni mala noticia. Es lo que hay. Al final, los embalses del país están mucho mejor no solo que el año pasado, sino que la media de los últimos diez años.
Pero ese «colchón hídrico» no va a durar para siempre y, aunque lo solemos olvidar, otoño es una estación especialmente importante para las reservas. «en términos generales, el otoño suele registrar mayores acumulados que el invierno en el conjunto de nuestro país», decía Yurima Celdrán.
Si lo perdemos, nos estaremos enfrentando a la próxima sequía con una mano atada a la espalda.
Imagen | ECMWF
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Octubre traerá un cambio de tiempo radical a España: de las lluvias torrenciales al calor
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Javier Jiménez
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