HardZone – Cómo aplicar correctamente la pasta térmica en tu procesador
La pasta térmica es un elemento indispensable en la refrigeración para un PC; se coloca entre el IHS del procesador y la base del disipador para garantizar que la transferencia de calor entre una y otra superficie se produce correctamente, ya que existen pequeñas protuberancias que, de no usar pasta térmica, causarían graves problemas de temperatura. En este artículo te vamos a contar qué técnicas y métodos existen para aplicar correctamente la pasta térmica en el procesador.
En el mundo del hardware existe un amplio debate sobre cuál es la manera correcta de aplicar la pasta térmica; cada método ciertamente tiene sus particularidades, pero la realidad es que si lo haces correctamente todos ellos te van a dar el rendimiento que necesitas, así que no es que un método sea el correcto y los demás incorrectos, simplemente es que con unos es más sencillo acertar que con otros, pero repetimos que si se hace bien, no tendrás ningún problema.
Métodos para aplicar la pasta térmica en el procesador
Principalmente existen cinco técnicas o métodos para aplicar la pasta térmica en el procesador, y si bien unos dan mejor resultado que otros dependiendo de cómo sea la superficie de contacto del disipador, todos ellos son correctos y te darán un buen rendimiento térmico. Vamos a verlos.
Método 1: Un punto grande de pasta térmica
Este método consiste en poner un punto relativamente grande (del tamaño de un grano de arroz aproximadamente) en pleno centro del IHS del procesador. Luego, al poner encima el disipador la presión hará que la pasta térmica se extienda por la superficie.
La mayor ventaja que tiene este método es lo fácil que es, ya que con solo poner un poco de pasta térmica en el centro y luego montar el disipador ya estará hecho. Las desventajas que tiene esta forma de aplicar pasta térmica sin embargo son varias, para empezar porque es fácil pasarte o quedarte corto en cuanto a cantidad, y segundo porque tienes que tener mucho cuidado a la hora de montar el disipador, ya que si no «aciertas» a la primera podrías estropear el trabajo.
Por otro lado, este método no garantiza que la pasta térmica llegue bien a los extremos del IHS, pero si lo has hecho bien, al retirar el disipador quedará perfectamente extendida como en esta imagen.
Método 2: Cinco puntos pequeños
Esta otra técnica consiste en que, en lugar de aplicar un punto relativamente grande en el centro, lo que se hace es aplicar cinco puntos más pequeños con una distribución como en un dado de seis caras.
Con este método, tan fácil como el anterior, te aseguras de que la pasta térmica quedará mejor distribuida por toda la superficie del IHS del procesador, si bien es cierto que tiene las mismas desventajas. No obstante, bien hecho y como veréis en la siguiente imagen, el reparto de pasta térmica queda casi perfecto (en la imagen de ejemplo, se han pasado un poco con la cantidad y se ve que hay exceso arriba y abajo).
Método 3: En cruz
Con esta otra técnica hacemos literalmente una cruz en la superficie del IHS del procesador. Hay que tener cuidado de que las líneas que formamos sean muy finas para no pasarnos en cuanto a cantidad de compuesto térmico.
Este método es relativamente peligroso: no querrás comenzar las líneas demasiado al borde para que al poner el disipador encima la pasta térmica no rebose, pero corres el riesgo de quedarte corto y que suceda como en esta imagen, en la que claramente la pasta no se ha distribuido correctamente y no ha llegado a los extremos.
Método 4: Extender la pasta térmica
Este método es el más laborioso de realizar, y consiste en poner un poco de pasta térmica en el IHS y extenderla homogéneamente por toda la superficie (puedes hacerlo con una tarjeta de plástico, cubriéndote el dedo con una bolsa de plástico, o con un aplicador como muchos fabricantes incluyen).
Este método tiene la ventaja de que controlas exactamente la cantidad de pasta térmica que aplicas, asegurándote de que no te vas a quedar corto ni te vas a pasar y va a rebosar por los lados al colocar encima el disipador.
También permite cierto margen de maniobra si no «aciertas» al poner el disipador a la primera, así que en definitiva es el más recomendable para usuarios expertos que buscan el mejor rendimiento y la mayor durabilidad de la pasta térmica en su equipo.
Método 5: Directamente en el disipador
Existe un quinto método que ciertamente no es el más recomendable porque corres mucho peligro de pasarte con la cantidad. Este método además solo lo deberías intentar con disipadores con tecnología de contacto directo (es decir, que tienen las heat pipes expuestas) y que cuenta con grandes huecos entre las heatpipes, por lo que una mayor cantidad de pasta térmica es recomendable.
El método consiste como ya supondréis en aplicar la pasta térmica directamente en las heatpipes del disipador, haciendo hincapié en el espacio entre ellos, para luego poner el disipador con la pasta directamente en el procesador. Insistimos que este método es el menos recomendable y más peligroso de todos, pero lo listamos igualmente porque al fin y al cabo, es un método más.
¿Qué técnica es más fácil de aplicar si eres novato?
Si tuviéramos que clasificar estos métodos para aplicar la pasta térmica en el procesador, diríamos que el más sencillo es sin lugar a dudas el de un punto, ya que consiste en poner un punto de pasta térmica del tamaño de un grano de arroz y solo deberás preocuparte de que cuando instales el disipador, deberás hacerlo totalmente recto (en ángulo de 90 grados) para garantizar que la pasta térmica se extiende homogéneamente.
El segundo método más sencillo es el de los cinco puntos, igualmente fácil como el de un punto, seguido del método en cruz. La forma que más trabajo requiere es la de extender la pasta térmica, pero como ya hemos dicho antes es la más recomendable si buscas no pasarte ni quedarte corto porque es la que mejor control de la cantidad de pasta térmica utilizada te va a dar.
La recomendación de los expertos
Muchos fabricantes tienen sus propias guías para aplicar la pasta térmica, y cada uno recomienda una u otra. Por ejemplo, según Intel la mejor forma de aplicar la pasta térmica es con la técnica de un punto, y el fabricante experto en refrigeración Arctic opina exactamente igual, pero por ejemplo los expertos en reparación de iFixit recomiendan la técnica de extender la pasta térmica.
Nosotros, como usuarios que hemos tenido que utilizar pasta térmica cientos de veces (sin exagerar, de verdad), creemos que el mejor método es el de extender la pasta térmica porque, como hemos explicado, es la mejor forma de controlar la cantidad sin pasarte ni quedarte corto y de asegurarte de que está homogéneamente repartida por toda la superficie del IHS. Cuesta un poco más aplicarla, pero el resultado vale la pena y, realmente, tampoco es que tenga mucha dificultad, simplemente lleva un poco más de trabajo.
En todo caso, si no quieres complicarte la vida consideramos que el método de los cinco puntos es bastante sencillo y da mejor resultado que el método de un punto.
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