Xataka – La F1 atraviesa una profunda transformación. Una que Audi y Porsche quieren aprovechar para conquistarla
Después de meses, y hasta años, de rumores, Herbert Diess, presidente del Grupo Volkswagen, ha terminado de confirmar lo que parecía un secreto a voces: Porsche y Audi entrarán en la Fórmula 1. Las firmas premium y de lujo del conglomerado automovilístico tendrán su hueco en la parrilla pero, ¿qué ganan?
Intenciones. De momento, lo que Herbert Diess ha confirmado es que Porsche y Audi siguen adelante con sus planes para formar parte de la parrilla de la Fórmula 1 en 2026. El anuncio ha llegado en un evento público en Wolfsburgo, Alemania, y debería terminar de formalizarse cuando se confirme el reglamento de 2026, año en el que los motores cambiarán sustancialmente.
2026. Aunque todavía no hay detalles oficiales, sí se sabe que la intención para los próximos años es competir con motores más eficientes y baratos a partir de 2026. La intención es mantener los bloques V6 de 1,6 litros pero se aumentará la potencia eléctrica hasta los 350 kW (470 CV) y se reducirán los costes.
Además de poner un nuevo techo económico para dedicar a los motores, se eliminará el MGU-H, un sistema que aprovecha los gases emitidos por los coches en energía eléctrica. Se ha considerado que el MGU-H es demasiado complejo y que no tiene sentido de cara a instalarlo en vehículos de calle, por lo que supone un sobrecoste al que no se le puede sacar una rentabilidad en el futuro. También se quiere apostar por los combustibles sintéticos para reducir la huella de carbono.
El momento clave. Durante el evento, Diess también ha confirmado que esta nueva reglamentación es clave para entrar en la Fórmula 1. Según Diess «necesitas cinco o diez años para estar entre los primeros. En otras palabras, sólo puedes subirte a bordo si hay un cambio de reglamento importante».
2026 es, por lo tanto, ahora o nunca para Porsche y Audi. «Eso ha ocurrido ahora y volverá a pasar en 2026, cuando los motores serán electrificados en mayor medida, incluso con combustibles sintéticos. Eso significa que necesitas desarrollar un nuevo motor y necesitas tres o cuatro años para hacerlo».
¿Qué hay que ganar? Pese al anuncio de Diess, el mismo CEO del Grupo Volkswagen confirmó que parte de la junta directiva no se mostró partidaria de entrar en la Fórmula 1 y destacó que debían seguir haciendo esfuerzos en el desarrollo de software y en la conducción autónoma del futuro.
«Pero nuestras marcas premium dicen que esa es la palanca más importante para aumentar su valor y poder obtener un poco más de los coches en términos de precios. Y también para demostrarle a la competencia que tienes una tecnología superior, en el caso de Audi», aseguró Diess. Es decir, la Fórmula 1 sigue aportando a los fabricantes unos beneficios que no reportan ni las competiciones de resistencia ni la Fórmula E, donde Porsche y Audi llevan años trabajando (o han trabajado) en mayor o menor medida.
Alpine y Mercedes. Utilizar la Fórmula 1 como un reclamo publicitario es algo que nos confirmó Jesús Presa, Director de comunicación, asuntos públicos e impacto social de Grupo Renault, durante los test de pretemporada de este mismo año. Tras la victoria de Alpine el año pasado en Hungría, las ventas de la marca se dispararon un 70%. Además, aunque no pudo dar datos concretos, nos confirmó que gran parte del éxito comercial de Renault durante la primera década de los años 2000 estuvo íntimamente a los dos títulos mundiales de Fernando Alonso, datos que se dejaron reflejaron en mayor medida en China.
Mercedes ha conseguido lo mismo tras dominar con mano de hierro el Mundial hasta el título de Max Verstappen el pasado año. En 2016, la marca ya anunciaba que el año anterior había vendido casi un 20% más de coches, con récord de ventas en China. En 2018 se confirmó la tendencia, superando los años anteriores en ventas. Además, han conseguido rejuvenecer su público objetivo, otra de las grandes metas que se habían planteado.
Contradicciones. Quienes participan en una carrera de Fórmula 1 se tienen que enfrentar, sin embargo, a uno de los deportes más contradictorios del momento. Se mire por donde se mire, dar vueltas en un circuito durante más de hora y media no es medioambientalmente sostenible. Menos si tenemos en cuenta que para ello es necesario desplazar todo un contingente de ingenieros, mecánicos y personal auxiliar de una ciudad a otra.
Aunque la Fórmula 1 se quiere modernizar, apostando por materiales y desarrollos más sostenibles, conseguir que sea sostenible supondría un esfuerzo titánico que, además, iría en contra de la propia competición. Pese a todo, sigue compensando invertir en ella.
Estados Unidos y China. Uno de los motivos que Diess señaló como definitivo a la hora de desarrollar motores para la Fórmula 1 es el alto impacto que la competición está teniendo en China y en Estados Unidos, dos mercados donde el Grupo Volkswagen puede aumentar su presencia. Netflix y la llegada de grandes premios como el de Miami parecen haber hecho explotar el interés por la competición.
A largo plazo. Además, desarrollar nuevas unidades de potencia para la Fórmula 1 también es una inversión a largo plazo. Durante los test, Fernando Alonso hizo hincapié en uno de los argumentos habituales para defender la Fórmula 1.»El ABS, las levas en el cambio, los sensores de la presión de los neumáticos, todas esas cosas que ahora vemos como normales ya lo tenían los Fórmula 1 en los años 90, en los años 2000″, aclaró el español.
El interés podría ser muy similar para Porsche y Audi. Ante las futuras restricciones medioambientales de la Unión Europea a través de nuevas normativas y homologaciones, tanto Porsche como Audi se han mostrado a favor del desarrollo de combustibles sintéticos, uno de los objetivos de la propia Fórmula 1. Sin perder de vista los beneficios que pueden sacar (y que ya está sacando Porsche) en el desarrollo de motores eléctricos.
Valor añadido. Pese a encontrarse en una situación complicada, la Fórmula 1 también aporta un valor añadido a los vehículos de calle. La competición es uno de los pilares sobre los que se ha sustentado la imagen de Ferrari y es un ejemplo que quieren seguir desde el Grupo Volkswagen. «Porsche tiene que ser la marca de automóviles más deportiva del mundo, por lo que tiene que hacer automovilismo. Y llegas a la conclusión: si Porsche hace automovilismo, lo más eficiente es hacer Fórmula 1», recalcó Diess.
Audi, además, tiene mucho que ganar en opinión del mandamás del Grupo Volkswagen. La Fórmula 1 es «la herramienta más importante para aumentar su valor» y obtener un mayor rendimiento a sus vehículos en términos de precios. «También para demostrarle a la competencia que tienes una tecnología superior», como dijo Diess y recogíamos anteriormente. Ganar sobre la pista también es dejar claro al mundo que se está por encima de la competencia.
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La F1 atraviesa una profunda transformación. Una que Audi y Porsche quieren aprovechar para conquistarla
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Alberto de la Torre
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