Xataka – El PVPC ya no compensa: por qué las eléctricas ofrecen tarifas de luz a un precio más barato de lo que cuesta en el mercado

A los casi 11 millones de consumidores en España que están en el mercado regulado (PVPC) les saldría a cuenta revisar su tarifa de la luz y ver si les sigue compensando. La escalada en el precio de la energía ha llevado a un cambio de tendencia, donde el PVPC ya no es la opción más barata.

Hemos preguntado a expertos cuál es su recomendación para conseguir la mejor tarifa de la luz de cara a 2022, cuáles son los pormenores de pasarse al mercado libre y cómo es posible que las grandes compañías eléctricas estén ofreciendo tarifas con un precio del kilovatio hora considerablemente más bajo de lo que se prevé que cueste la luz durante este año.


Las eléctricas prometen importantes ahorros con sus tarifas

Tal y como está el mercado, a día de hoy no compensa seguir en el PVPC. Es algo en lo que coinciden todos los analistas consultados. Los precios del mercado mayorista están disparados y las previsiones para este 2022 es que sigan excesivamente altos, al menos en comparación con lo que algunas compañías eléctricas están ofreciendo.

«Hay ofertas del mercado libre que siguen ofreciendo indexado o que ofrecen un fijo muy alto. En ese caso no compensa. Pero sí hay algunas compañías de las grandes como Naturgy o Repsol que están ofreciendo tarifas más baratas que el PVPC«, explica Mario Berná, analista del mercado eléctrico de Ingebau. «No es un precio excesivamente barato, pero es estable durante 24 meses y permite al consumidor olvidarse de los vaivenes del mercado mayorista. Mientras el mercado siga caro, con esta tarifa se va ganando. Ahora mismo ofrecen un precio fuera de mercado, cubierto por ellos mismos con algún generador».

Con el precio de la energía disparado, el PVPC ha dejado de ser la opción más recomendable. Este 2022 sale más a cuenta tener una tarifa del mercado libre, aunque se recomienda mirar bien las condiciones para evitar permanencias y extras inesperados.

En la misma línea apunta Francisco Valverde, analista de Menta Energía: «Desde septiembre u octubre sale más a cuenta, aunque eligiendo bien las condiciones y con quien te vas«.

Para comparar los precios entre las distintas tarifas de luz hay multitud de servicios, desde la web de Simulador Factura Luz hasta el Comparador de ofertas de la CNMC. De un vistazo rápido es fácil observar como la Tarifa Compromiso de Naturgy o la Tarifa Fija Largo Plazo de Repsol ofrecen un kilovatio hora considerablemente más competitivo del que es habitual tener estos días en PVPC.

A través de la web Simulador Factura Luz es posible comparar tarifas. Eléctricas como Repsol o Naturgy ofrecen tarifas hasta un 40% más baratas respecto al PVPC 2.0 TD. Imagen: Genbeta.

Las previsiones para este 2022 es que la luz en el mercado mayorista (y por ende en PVPC) se mantendrá alrededor de los 200 €/MWh, apuntan desde Ingebau. «El invierno nos lo vamos a comer caro, en primavera bajará y para el invierno que viene otra vez. Difícilmente lo veamos bajar de los 100 €/MWh», explica Berná.

«Al mercado de futuros hay que hacerle el caso que hay que hacerle», avisa Valverde respecto a anticipar el nivel de precios que se tendrá durante 2022. «En 15 días puede cambiar radicalmente. Ya hemos visto como el gas ha pasado en pocos días de costar 180 a 70 €/MWh». Con todo, el precio que se está ofertando en el mercado libre contrasta enormemente con el nivel esperado para este año. Un cambio de tornas respecto a hace varios años donde el PVPC tradicionalmente había sido la opción más barata.

Dónde está el truco para tener una buena tarifa de la luz

Cambiarse al mercado libre parece una buena opción, teniendo en cuenta el nivel de precios. Pero hay que fijarse en la letra pequeña. «Hasta donde he visto, sí hay ofertas interesantes. El problema del mercado libre es que lo copan básicamente tres grandes compañías y su manera de funcionar es cuestionable. Si te cambias, que sea con conocimiento de causa, sabiendo interpretar la letra pequeña y buscando aquellas tarifas con mejores precios que no ofrezcan penalizaciones o permanencias«, reflexiona Valverde.

Tarifas como la de Naturgy no tienen permanencia, pero hay que vigilar con añadidos opcionales como seguros que intentan enlazar durante el proceso de cambio. «Tampoco descartemos que te llamen por teléfono para venderte cosas añadidas o puedan subir el precio por alguna situación fuera de mercado», explica Berná. Se refiere a que las tarifas añaden toda una serie de condicionales que pueden provocar o bien un cambio en el precio o bien un añadido al final de mes que puede suponer un extra.

Si nos fijamos en las condiciones de contrato de una tarifa como Compromiso de Naturgy, vemos el siguiente párrafo:

«Naturgy mantendrá el precio durante 24 meses para la tarifa Compromiso Luz, siempre que las condiciones regulatorias sean las existentes a fecha 27 de septiembre de 2021. Si una modificación normativa introdujera costes, limitaciones o condiciones que incrementaran los costes de generación o de comercialización de electricidad, Naturgy podrá trasladar dichos costes a sus clientes«.

«Hay que leer la letra pequeña. Por ejemplo que no tenga un mantenimiento, que al final suelen suponer unos 3-5 euros en el fijo y eso penaliza bastante», recuerda Valverde. Cuando se contrata una tarifa del mercado libre hay que mirar muchos condicionantes, como también los incrementos a finales de año asociados al IPC. Con todo, los expertos reconocen que las compañías eléctricas cumplen sus contratos y con los precios marcados en algunas de estas tarifas, sale a cuenta respecto al PVPC.

Además de en el precio del kilovatio hora para el consumo, hay que fijarse también en la parte de la potencia. «Por ejemplo en esta tarifa se paga más en potencia que en PVPC, pero se compensa por consumo. Hay que mirar potencia y energía. En esta se penaliza la potencia respecto a PVPC, pero a poco que consumas te compensa», describe Berná.

Otra alerta que hay que tener en cuenta cuando estamos informándonos es sobre las simulaciones de factura. A priori tienen en cuenta el precio del kilovatio hora basado en nuestro consumo, pero en la práctica su parecido con la realidad es cuestionable. «La fiabilidad de esas simulaciones de factura es cero, tirando a negativa», afirma contundente Valverde.

Los simuladores de factura sirven para hacer comparaciones de tarifas, pero el precio final puede depender de muchos factores de la «letra pequeña».

Según un informe de la CNMC de finales de 2021, pese a que ha mejorado casi 10 puntos respecto a 2017, todavía hoy el 60% de los hogares no sabe si tiene contratado el mercado libre o el mercado regulado (PVPC). Un desconocimiento sobre cómo funciona el mercado eléctrico que provoca que estas recomendaciones sobre si merece más la pena una u otra tarifa deban ser transmitidas con mucho cuidado.

Afortunadamente, si nuestra tarifa no tiene permanencia, el cambio del PVPC al mercado libre y viceversa es muy rápido y puede hacerse tantas veces como queramos. Es decir, en caso de que en el futuro veamos que el PVPC vuelve a ser más rentable, siempre cabe la posibilidad de cambiarse de nuevo.

Pasar del PVPC al mercado libre (y viceversa) es un proceso rápido y que puede hacerse las veces que queramos si no tenemos permanencia. Sin embargo, las grandes compañías saben que el consumidor es reacio a realizar tantos cambios.

«El cambio por la web son tres clics y una firma electrónica. Lo que pasa es que la gente pasa mucho de la factura. Si te llega una factura más alta, te cabreas pero la pagas y no haces nada. Hasta que no se alarga en el tiempo y finalmente te cambias, para un par de años más», reflexiona Valverde sobre la manera que tienen las eléctricas de retener a la mayoría de usuarios.

Qué impide que la energía vuelva a ser barata

Sabemos que el gas natural es el principal culpable de esta escalada de precios. Sin embargo, expertos como Valverde explican que «lo que está pasando con el gas no es situación de mercado». Sea por motivos geopolíticos o económicos, el gas natural está disparado pero no se descarta que vuelva a una situación más normal en el futuro.

Pese a que la energía en Europa debería ser cada vez más barata, no se espera que en el corto plazo vaya a bajar.

«Es algo pasajero. No va a durar toda la vida. Dentro de 4 o 5 años, se espera que Europa sea uno de los mercados más baratos en cuanto a mercado mayorista de la energía», anticipan. Una previsión marcada por la apuesta por las energías renovables. Al fin y al cabo, hace unos años los expertos apuntaban que el coste de producir energía sería prácticamente cero.

No parece que será en 2022 por eso. El propio Banco Central Europeo alerta que «Europa seguirá sufriendo altos precios de la energía en un periodo prolongado y que afectará de lleno a la inflación». Respecto al gas, una de las soluciones es el gaseoducto Nord Stream 2, pero si llega a tener impacto será de cara al invierno que viene.

Si el precio de la energía se espera que baje, ¿por qué los mercados de futuro dicen que todavía seguirá tan cara? Aquí debemos recordar que el coste de la energía en el mercado mayorista no es proporcional al coste de su producción.

Aunque el precio del gas vuelva a su estado normal de unos 20 €/MWh, los derechos de emisión del CO2 seguirán provocando que la energía esté cara. «Mientras que con el gas es difícil anticipar qué va a pasar, con el CO2 está claro que seguirá subiendo. Europa quiere descarbonizar Europa y eso solo tiene un futuro: hacia arriba», expone Valverde.

El gas natural está desbocado, pero debería acabar bajando. Sin embargo, los derechos de emisión del CO2 continuarán subiendo. Con su nivel actual, es difícil que la energía baje de los 80 €/MWh aunque el gas vuelva a la normalidad.

El mismo analista energético hace un cálculo rápido. Si el gas está a 20 y la tonelada de CO2 a 90, salen unos 80 €/MWh. En cuanto suban los derechos a 130€ la tonelada, el precio del mercado mayorista alcanzará los 100 €/MWh. En enero de 2022, el coste del CO2 está a 84 euros, según Sendeco2. «Hace unos años se pensaba que sería en 2030 cuando el CO2 alcanzara los 100 euros, pero ha pegado un subidón. Se ha adelantado como ocho años».

Por qué las eléctricas pueden ofrecer mejores precios que el mercado mayorista

A pérdidas no debe vender nadie. Entonces, ¿qué sentido tiene para las empresas ofrecer tarifas a un coste más bajo? Si la energía cuesta 300 €/MWh, ¿por qué nos la ofrecen por 150 €/MWh?. La razón la encontramos en los contratos bilaterales.

«Si tu eres una empresa que tienes generación y comercialización, la energía no tiene por qué salirte al precio que marca el pool. Solo con la energía de sus nucleares, Iberdrola Generación puede ofrecer unos precios que mirando ahora son baratos», expone Valverde. «Es una práctica sobre todo de las grandes. No creo que llegue al 20% y viene de nuclear e hidroeléctrica».

Esta práctica es fundamental para entender cómo funciona el mercado eléctrico y por qué las empresas pueden ofrecer precios más bajos. El mercado mayorista marca un precio de referencia, siguiendo un sistema marginalista. Pero las eléctricas que son a la vez productores y vendedores pueden marcar precios independientemente del pool. Y recordemos que el coste de la energía no es proporcional a su coste de producción.

Si por ejemplo Iberdrola tiene una planta hidroeléctrica donde les cuesta 50 €/MWh, pueden venderle energía a su comercializadora a un precio de 60 €/MWh. Para que esta a su vez la venda a los consumidores a 80 €/MWh. En este proceso, les da igual que el precio esté en 200 o 300 €/MWh. Ese precio será el que vendan al resto de empresas, pero no el que ellos tomen como referencia para saber si les sale a cuenta.

El problema con el precio tan alto lo tienen muchas empresas pequeñas. «Es como un banco, tienes que adelantar mucho dinero por adelantado. Si lo has vendido a tus clientes a un precio fijo y luego resulta que está más cara, te lo comes», explican desde Ingebau. Además de una mala planificación, si hay un retraso en el cobro puede provocar que la pequeña eléctrica quiebre.

El coste de la energía en el mercado mayorista no siempre refleja lo que les cuesta a las grandes eléctricas conseguirla. Aquellas empresas que tienen producción propia pueden ofrecer precios más bajos, desligados del impacto del gas y otros factores.

Según datos de Red Eléctrica de España, el porcentaje de contratos bilaterales se situó en el 27,4% en el mes de diciembre, con un total de 6.455 GWh en el bilateral, respecto al total de 23.529 GWh. «Es un porcentaje grande, hace un par de años estaba en el 10%», recuerda Berná.

Pese a la pérdida de clientes, las grandes eléctricas de nuestro país (Endesa, Iberdrola y Naturgy) se siguen repartiendo el 78,6% de los clientes del mercado libre. Tres grandes empresas que gracias a los contratos bilaterales entre sus ramas de generación y comercialización, pueden ofrecer tarifas a un precio considerablemente más bajo que el que tiene el PVPC en esta época. Una oportunidad que están aprovechando con agresivas ofertas, que pueden ofrecer gracias a que ellas no necesitan acceder al pool eléctrico para obtener energía, ya que tienen sus propias plantas de generación.

El PVPC tal y como lo conocemos tiene los días contados

Que en España haya casi 11 millones de consumidores en PVPC (versus los 17 millones del mercado libre) puede ser considerado como una anomalía. «Europa está en contra del PVPC, que haya tanta gente acogida a esto no tiene sentido», apunta Berná.

Un ejemplo es el caso francés. Allí a los consumidores no les importa tanto el precio en el que esté el pool eléctrico, ya que el 80% ya está vendido de antemano a través de contratos bilaterales, principalmente relacionados con la energía nuclear.

Los contratos bilaterales son una práctica habitual en Europa. España es la excepción con el PVPC. Con la situación actual, está dejando de tener sentido ligar la factura de la luz de los consumidores al (volátil) precio del mercado.

«El PVPC tiene poco sentido para un mercado abierto y regulado. Puedes hacer este precio PVPC para proteger a determinados colectivos, con el bono social, pero no puedes hacerlo para todos. Al señor que no llega ya le daré un bono social, pero el resto debería investigar y aprender lo que ofrece el mercado libre», expone el experto de Ingebau.

«Ahora mismo el PVPC es una tarifa única en Europa. Una tarifa para doméstico, pero ligada al mercado mayorista», apunta Valverde, quien apunta que precisamente esta especial forma de trabajar del mercado eléctrico ibérico es la que explica que este problema no sea noticia en el resto de países europeos. Básicamente porque funcionan distinto y allí el elevado precio del mercado mayorista no tiene tanto impacto. De la misma manera, España es el único mercado donde hay contadores inteligentes que miden el consumo hora por hora.

«Europa no quiere tarifas reguladas salvo para bono social y gente con problemas. Van a presionar para que se eliminen estas tarifas PVPC de manera general. El gobierno, sea el que sea de cada color, tendrá que jugar las bazas para ver cómo se modifica», continúa Valverde. «Se podría volver al TUR, a las subastas trimestrales o algún otro sistema».

La reforma del PVPC ya está encima de la mesa y los distintos expertos entienden que hace falta. «Creo que dentro de 3 o 4 años, el PVPC no va a estar como tal«, afirma Berná. «Es demasiado volátil. Tendremos muchas horas a cero por la energía solar y otras a 150. Entiendo que muchos quieran algo más plano y estable, sea reformando el PVPC o de otra manera».

El PVPC ha sido la opción más competitiva durante años y encaja bien en colectivos sin recursos, pero los expertos anticipan la necesidad de una futura reforma para mejorar su encaje.

«Esto suena fenomenal en estos momentos, pero resulta que el PVPC ha estado funcionamiento mucho mejor de lo que había antes. Cuando había precios más estables con el TUR, la tarifa regulada no era tan atractiva. Antes del PVPC, el mercado libre te ofrecía el precio TUR, porque lo que pagaba el consumidor ya era suficientemente atractivo a nivel del margen de beneficios, pero desde que se puso el PVPC, ninguna compañía había ofrecido esos precios. El PVPC juega con un margen super ajustado en todo», reflexiona Valverde.

El sistema ha funcionado durante años, pero el incremento de factores como el gas o los derechos de emisión del CO2 han llevado a que el precio se aleje demasiado de lo deseable para aplicarse en las tarifas para consumidores. Es momento de apostar por las tarifas del mercado libre y dejar de lado un PVPC que cumple con una función muy específica, pero no encaja bien con la situación actual del mercado energético.

Imagen | Raul Varzar


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El PVPC ya no compensa: por qué las eléctricas ofrecen tarifas de luz a un precio más barato de lo que cuesta en el mercado

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Xataka

por
Enrique Pérez

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