Xataka – El noble arte de conseguir infinidad de juegos gratis que no vamos a jugar en nuestra vida
Es una época genial para ser jugadores. Con un poquito de maña y algo de atención es extremadamente fácil conseguir cada semana/mes un buen puñado de juegos gratis, sobre todo para PC, pero también para consolas con alguna que otra promoción puntual.
Por ejemplo, todos los jueves se pueden conseguir uno o dos juegos gratis en Epic Games Store. En GOG (la tienda de CD Projekt) también suele haber ofertas de este tipo a menudo. Humble Bundle es otro lugar al que acudir. Stadia regala juegos todos los meses, PlayStation y Xbox lo mismo para sus suscriptores. Al final, al cabo del año te puedes montar una biblioteca de juegos bastante jugosa para… ¿tenerla y ya está?
Pero si yo no juego este tipo de juegos, ¿por qué estoy reclamando este?
Todo esto viene porque el otro día, mientras echaba el rato haciendo cola en ‘New World’ (la cosa, por suerte, parece haberse calmado) me puse a mirar los juegos que tenía en Epic Games Store y Steam para ver si tenía alguna cosa a la que jugar. Y me puse a bajar y a bajar y pensé «pero si la mitad de estos juegos no solo no los he jugado nunca, sino que no son de mi rollo».
Pensaba que serían menos, no os voy a engañar. Solo en Epic Games Store tengo 232 juegos. 232 juegos, ojo. Que yo recuerde, solo he hecho dos compra en Epic Games Store: ‘Star Wars: Jedi Fallen Order‘ y ‘Control‘. Ninguno de los dos me los he llegado a pasar, pero eso es otra historia. En Steam tengo 85 juegos de los cuales he comprado cuatro. Me consta que son pocos comparados con los que hay en las bibliotecas de algunas personas.
En PlayStation habrá otra centena tranquilamente (aunque en esta colección sí he invertido bastante más dinero) y en Xbox nada porque no tengo Xbox, pero sí accedo a Game Pass de vez en cuando, sobre todo cuando hay algún lanzamiento que quiero probar para ver qué tal. Y ya ni hablamos de los juegos de pago que pasan a ser gratis en iOS y Android, que eso es otra historia, o los de Origin, donde tengo los ‘Battlefield’ y poco más.
Y a ver, no es que yo no juegue, al contrario, me encanta jugar a videojuegos y suelo echarle muchas horas cuando puedo, pero por más videojuegos que haya en la colección (entendiendo «la colección» por todas las plataformas) al final siempre acabo jugando a lo mismo, a los dos o tres juegos que enganchan, que me gustan y que, curiosamente, he comprado. Normalmente shooters y, ahora mismo, ‘New World’.
Lo cuál me lleva a pensar en ¿qué nos lleva a reclamar todos esos juegos gratis que, de una forma u otra, sabemos que no vamos a jugar nunca? Yo puedo pensar, así a bote pronto, en ‘Farming Simulator 19’. Lo tengo en la biblioteca por algún motivo y no lo he tocado en mi vida, ni pienso hacerlo, porque no me gusta. ‘Automachef’, ‘Tormentor x Punisher’, ‘The World Next Door’, ni sé cuáles son, pero ahí están, en mi biblioteca.
Los reclamo, creo yo, porque son gratis (en serio). No me cuestan dinero, no ocupan espacio en la estantería y «por si alguna vez…». Ya lo decía el bueno de Luis Piedrahita en su monólogo: las maletas se llena de «por si acasos». En mi caso, la biblioteca de juegos está llena de juegos gratis «por si acaso» algún día me da por jugar a un juego que ni sé cuál es ni probablemente me guste.
Pero voy más allá: creo que también es la costumbre. Por ejemplo, todos los jueves a las 17:00 estoy pendiente de Epic Games para ver qué juego regalan, normalmente cosas sencillas salvo excepciones, como ‘GTA V’ o ‘Civilization VI’, que son títulos muy potentes a los que, por cierto, no he jugado a pesar de haberlos reclamado. Lo mismo con los juegos de PS Plus que hay cada mes.
Todo esto, toda esta biblioteca de juegos que además va en aumento, para poder jugar dos o tres horas al día (con suerte). Solo para terminar los juegos de Steam, que son los menos, necesitaría 1.896 horas (podéis calcularlo con esta herramienta) o lo que es lo mismo, dos meses, dos semanas y cuatro días sin comer, dormir o levantarse para el baño.
Así que nos encontramos en la siguiente situación: si trabajamos / estudiamos el tiempo para jugar se reduce, por lo que lo normal es que vayamos a tiro hecho cuando tengamos un rato para jugar y, probablemente, no lleguemos a explorar todos esos juegos que las plataformas regalan. Pero qué le vamos a hacer, son gratis y como suele decirse, a caballo regalado no le mires los dientes. Por si acaso.
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La noticia
El noble arte de conseguir infinidad de juegos gratis que no vamos a jugar en nuestra vida
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Xataka
por
Jose García
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