HardZone – Si vas a flashear la BIOS de tu GPU, ¡haz antes un backup!
Son muchos los motivos por los que pudieras querer flashear la BIOS de tu tarjeta gráfica: desde problemas hasta solución de errores, pasando simplemente por el hecho de que pretendas hacer overclock. En todos los casos, siempre es recomendable hacer un backup (copia de seguridad) de la BIOS actual, de manera que si encuentras algún problema o algo sale mal, puedas devolver la tarjeta gráfica a la BIOS que tenías previamente, y a continuación te vamos a enseñar cómo hacerlo.
Como en el ámbito del almacenamiento de datos, un backup es una copia de seguridad propiamente dicha que guarda unos datos para poder recuperarlos más tarde en caso de necesidad. Cuando pretendes actualizar o flashear la BIOS de tu preciada tarjeta gráfica por el motivo que sea, siempre es una buena idea hacer una copia de seguridad de su BIOS de fábrica por si algo sale mal, ya que de lo contrario podrías verte en la tesitura de que la GPU quede inutilizada y se convierta en un carísimo pisapapeles.
¿Para qué flashear la BIOS de una GPU?
Realmente, no hay circunstancias en las que debas flashear la BIOS, y de hecho los fabricantes de tarjetas gráficas normalmente no recomiendan hacerlo precisamente porque es una práctica peligrosa. No obstante, hay ocasiones en las que la gráfica puede venir con problemas de fábrica y el propio fabricante lanza una actualización crítica de la BIOS para solucionarlos, por lo que no tenemos más remedio que hacerlo para solventarlos en nuestro caso particular.
No obstante, no son pocos los usuarios avanzados que deciden flashear la BIOS de su GPU de motu propio con el objetivo de alcanzar mayores cotas de rendimiento, desbloquear límites de overclock o incluso «mutar» la GPU a una superior, ya que como sabéis se han dado muchos casos en el pasado en los que con una actualización de la BIOS, podíamos literalmente convertir una GPU en su hermana mayor, más potente.
Así que en resumidas cuentas, flashear la BIOS no es una práctica recomendada, y si se hace suele ser por recomendación del fabricante para solucionar problemas o usuarios avanzados que buscan desbloquear límites de la GPU para poder tener un mayor rendimiento, especialmente mediante overclock. En todo caso y sea cual sea el motivo, siempre es recomendable hacer un backup de la BIOS por si algo sale mal, de manera que podamos volver atrás y «recuperar» una gráfica.
Casos especiales en tarjetas gráficas especiales
Existen casos especiales al respecto, y es que no es raro ver tarjetas gráficas con doble BIOS: una de ellas con los valores de fábrica bloqueados e inviolables, de manera que no se permite flashear dicha BIOS, y otra BIOS «abierta» a modificaciones que sí se puede flashear o modificar. Estas tarjetas gráficas normalmente cuentan con un interruptor físico que, con el equipo apagado, nos permite cambiar para que la GPU arranque con una u otra BIOS. De esta manera, no es necesario hacer una copia de seguridad de la BIOS porque si algo sale mal siempre podrás volver a la BIOS original con este interruptor.
Algunas gráficas no funcionan de esta manera (por eso esto son casos especiales); incorporan el mismo interruptor y tienen dos BIOS, pero ninguna de ellas está bloqueada y por lo tanto podemos cambiar entre una y otra y flashear ambas si queremos (lo que aportan con esto es, generalmente, un perfil más silencioso y de menor consumo y otro perfil que saca el máximo rendimiento a la GPU, pero siempre con valores establecidos por el fabricante).
En este caso sí que sigue siendo recomendable hacer una copia de seguridad de la BIOS antes de manipularla de cualquier manera. De hecho, no es necesario que te dispongas a flashear la BIOS para querer hacer un backup de ésta, ya que incluso haciendo overclock puedes verte en la tesitura de que la gráfica se niega a funcionar y si los valores se han quedado guardados, tendrás que tirar de copia de seguridad para devolverla a la vida igualmente.
Cómo hacer un backup de la BIOS de cualquier tarjeta gráfica
Explicados los motivos y el contexto, vamos a proceder a explicar cómo hacer un backup de la BIOS de tu tarjeta gráfica, sea del fabricante que sea. Para este proceso vamos a utilizar una de las herramientas más populares y que además es gratuita, GPU-Z. Obviamente, el primer paso es descargar y ejecutar GPU-Z en la máquina donde tengas instalada la tarjeta gráfica cuya BIOS quieras guardar.
En la pantalla principal que se abre nada más ejecutar la aplicación podrás ver, justo a la derecha del valor «BIOS Version», un icono con una flecha.
Simplemente debes pulsar en dicho icono y pulsar sobre la opción «Save to file…», tras lo cual se abrirá una ventana informándonos de que GPU-Z necesita «pausar» el driver gráfico para poder extraer la BIOS. Durante este proceso, advierten de que la pantalla puede parpadear e incluso cambiar temporalmente a una resolución diferente, por lo que es recomendable que no tengas ningún juego o aplicación 3D en ejecución.
Tras pulsar que sí en el mensaje, se abrirá una nueva ventana del explorador en la que deberás seleccionar dónde quieres guardar la VBIOS de tu GPU. Con esto, ya tendremos el backup de la BIOS hecho y a salvo en la unidad de almacenamiento que hayamos seleccionado.
Ahora bien, en el caso de que encuentres problemas al flashear la BIOS o hacer overclock y que necesites cargar esta copia de seguridad la cosa puede ser peliaguda, ya que el proceso guarda un archivo con extensión .rom que sirve para cargarlo con la misma herramienta de flasheo de vBIOS que utilizarías para flashear la BIOS de manera convencional. Si la gráfica simplemente funciona mal o te da pantallazos azules esto no debería ser complicado, pero si has convertido la GPU en un ladrillo podrías verte obligado a hacerlo conectando tu tarjeta gráfica a un PC que ya tenga una gráfica principal (o simplemente utilizando la iGPU integrada en el procesador si éste dispone de ella).
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