HardZone – La gota que colma el vaso: Windows 11 pedirá un SSD para ser instalado

El impacto de Windows 11 en el mercado de escritorio y portátiles sigue aumentando gracias a las ventas de los nuevos equipos y el salto de algunos usuarios a dicho SO. Pero por razones como la de hoy muchos otros prefieren quedarse en Windows 10, y no es para menos dado el rendimiento y la estabilidad del mismo, pero sobre todo por políticas de Microsoft como TPM2.0 o la última: Windows 11 necesitará un SSD para ser instalado ¡y como disco primario!

Adaptarse o morir siempre ha sido la premisa que ha impulsado a un sector de la informática que tiene tantos niveles distintos como personas. El problema es cuando no das opciones a la gente y a las empresas, lo cual suele causar una reacción negativa hacia el producto, por muy justificada que esté la decisión tomada. Pues bien, Microsoft ha vuelto y lo hace con fuerza pese a que seguramente el mercado le da la razón, ¿y los usuarios?

O tienes un SSD como unidad de inicio o no podrás instalar Windows 11

En un nuevo informe de Trendfocus se da el dato más clave sobre Windows 11 tras el hecho de que la compañía de Redmond dejase fuera a millones de PCs por todo el mundo por culpa de un soporte deficiente de su SO. TPM 2.0 fue solo la premisa, limitar las CPU una consecuencia de la «poca seguridad» imperante y ahora llega la excusa del rendimiento.

Señoras, señores, Microsoft exigirá una unidad de inicio del sistema para Windows 11 y a partir de 2023 del tipo SSD, es decir, el disco de arranque donde se instale el sistema operativo de la compañía tiene que ser una unidad de estado sólido. Ni un pendrive, ni un CD, ni un disco duro tradicional, un SSD en toda regla, lo cual va a sembrar sin ninguna duda la semilla de la discordia.

Teniendo en cuenta que los SSD se venden más que los HDD esta medida le daría la razón, en parte, a Microsoft, pero… No siempre es o va a ser así. Hay portátiles que se siguen vendiendo con HDD porque están enfocados a tareas específicas que necesitan de una mayor capacidad, o simplemente portátiles que son de gama de entrada y que quieren ofrecer más espacio en una única unidad y a bajo precio.

Su sistema operativo, sus reglas, ¿disparo en el pie?

Microsoft dejará fuera a este tipo de equipos y los fabricantes tendrán que dar el salto a costa de lo que sea necesario para poder decir que sus productos soportan Windows 11. ¿Por qué Microsoft toma una decisión así que no es primordial para su sistema operativo? Según se rumorea, sí que podría ser primordial el hecho de optar por SSD, aunque el razonamiento no sea el mejor.

Todo parece girar alrededor de DirectStorage y lógicamente el mejor rendimiento se va a conseguir con un SSD NVMe. Pero Microsoft no especifica este tipo de protocolo como obligatorio, podríamos instalar un SSD SATA sin problemas para instalar Windows 11, entonces, ¿qué ocurre?

Pues que Microsoft habría fijado ese mínimo de SSD vs HDD pese a que, en teoría, los HDD son más que aptos para permitir un rendimiento decente con DirectStorage, porque se van a ahorrar recursos en CPU y aunque la GPU tenga que acceder a la interfaz SATA lo hará igualmente en el caso de un SSD de este tipo.

Lo único que podría justificar aquí son las latencias y tiempos de acceso a la información, pero, ¿es tan relevante como para dejar a millones de PC fuera? ¿Tendrás que instalar Windows 11 antes de que entre en vigor esa limitación y nunca más podrás formatear por tener un HDD? Complicado, parece de nuevo más una excusa como medida recaudatoria con tintes argumentales de poco peso, como pasó con TPM 2.0…

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