HardZone – El rendimiento de la consola Xbox Series S, ¿un obstáculo para la next-gen?
En las últimas semanas, la consola Xbox Series S ha sido bastante criticada por parte de los desarrolladores de juegos debido a que su hardware les obliga a crear configuraciones de rendimiento más restrictivas; han resaltado sus limitaciones de memoria y resolución en comparación con Xbox Series X, y en las mejoras de última generación para Control Ultimate Edition para PS5 y Xbox Series X esto se ha hecho patente.
Microsoft ha recibido recientemente críticas poco veladas a su consola Xbox Series S por parte de los desarrolladores, y de hecho uno de ellos ha llegado a decir que sería mejor para todos que solo existiera una única versión de la consola, mientras que otro ha asegurado que los modos de juego en su próximo título tendrán que restringirse por culpa de una «limitación del hardware». ¿Está la Xbox Series S «obstruyendo» el desarrollo de los juegos de nueva generación?
¿Qué limita el rendimiento de la Xbox Series S?
Parece ser que los principales problemas se centran en la cantidad de memoria que tiene la consola pequeña de Microsoft (tiene 10 GB mientras que PS5 y Xbox Series X tienen 16 GB) así como la resolución de salida máxima (1440p a 120 FPS frente a 8K a 60 FPS / 4K a 120 FPS de la PS5 y Xbox Series X). En cualquier caso, el hardware de esta consola es notablemente inferior al de las otras dos.
«El tamaño de la memoria disponible en Xbox Series S es el punto determinante real para toda esta generación de consolas, ya que las funciones del juego deben ajustarse a las especificaciones más bajas de las consolas para las que se lanza. Desde el punto de vista de un desarrollador, sería muchísimo más fácil si solo hubiera una consola Xbox «. – Paweł Lekki, Exor Studios (The Riftbreaker).
Esta consola también ha recibido críticas de 505 Games con respecto al próximo Control Ultimate Edition. Los dearrolladores han publicado los detalles de próxima generación sobre los modos de juego que muestran como la Xbox Series S está restringida a un único modo de rendimiento: 60 FPS, sin trazado de rayos, resolución de renderizado a 900p y escalada a 1080p.
Obviamente al tener menos memoria RAM disponible, amén de una GPU notablemente más lenta (4 TFLOPs frente a los 12 de la Xbox Series X y los 10,28 de la PS5) siempre creará una situación de cuello de botella en esta consola, y con esta nota informativa parece que los desarrolladores de Control han querido dejar claro que no es por culpa del juego sino por el hardware de la consola Xbox.
¿Es esta consola un lastre para la nueva generación?
A este respecto no podemos sino darle la razón al desarrollador: pensad que estáis programando un juego para consolas, y obviamente deberéis optimizarlo para el hardware de las consolas pero, ¿cómo hacer esto? Será imperativo que el juego funcione lo mejor posible en la consola que tenga las peores especificaciones de hardware, en este caso la Xbox Series S que es la que menos rendimiento proporciona. Esto produce que aunque el juego funcione bien en las tres consolas, obviamente estarás limitando mucho el potencial del título en las consolas más potentes por culpa de la que se queda atrás.
Dicho de otra manera, efectivamente parece que el hardware y el rendimiento de la consola Xbox Series S está coartando y mucho el desarrollo de los juegos de nueva generación hasta el punto de que algunos desarrolladores ya han salido a la palestra para quejarse de la situación.
The post El rendimiento de la consola Xbox Series S, ¿un obstáculo para la next-gen? appeared first on HardZone.