HardZone – El oscuro secreto escondido dentro de tus módulos de memoria RAM
Pese a que hemos tenido varias generaciones y tipos de RAM, en lo que a los módulos de memoria se refiere, estos continúan siendo del tipo DIMM sin ninguna evolución en el proceso. ¿Es acaso malo que se haya estancado la tecnología en ese punto? ¿Qué alternativas existen? ¿Responde a intereses por un mayor rendimiento o en su defecto al de los fabricantes de memoria?
Si existe algo que encontramos confuso para el usuario novel es el hecho de que sea necesario el uso de una configuración de doble canal para sacar el máximo rendimiento. Obviamente, se trata de una maniobra creada para vender más kits de memoria, por ese motivo no se ha mejorado el estándar. Sin embargo, por el tema del impacto medioambiental empieza a ser preocupante, un solo dispositivo no marca diferencia, pero cientos de millones sí.
Es hora de superar el formato de los módulos de memoria DIMM
Desde tiempos ya inmemoriales para lo que la informática se refiere, todos los módulos que existen en el mercado son de memoria DIMM, independientemente de la cantidad de pines o contactos de los que hablemos, siempre hay 64 de ellos para la transferencia de datos, de ahí a que los buses sean de 64 bits por par de zócalos, ya que el segundo comparte bus de datos con el primero, pero no direccionamiento. Así pues, esto significa que los fabricantes se han tenido que basar en los avances en los nodos de fabricación para conseguir aumentar la velocidad de la memoria RAM.
El problema, sin embargo, llega cuando nos damos cuenta de que al igual que lo que ocurre con el resto de chips, la RAM cada vez requiere de más potencia eléctrica. Se vuelve más eficiente según su capacidad de transferencia de datos, pero no del total que transmite. Y todo ello por el hecho que depende voltaje y velocidad de reloj, y aquí hemos de partir de lo siguiente:
La potencia consumida depende de la frecuencia multiplicada por la capacitancia, lo cual es una constante que no varía, y por el cuadrado del voltaje.
Cuanto más alto es el voltaje mayor es la frecuencia que se puede alcanzar.
Sin embargo, existe una forma en la que no se aumentaría el consumo, pero eso implicaría el uso de zócalos más anchos para permitir módulos de memoria con un bus el doble de ancho
El bus de la CPU es de 128 bits
Y eso es independiente de si hablamos de Intel o de AMD, el bus no ha variado y ha permitido el uso de dos zócalos DIMM en las placas base. Lo ideal sería poder duplicar el ancho de banda a 256 bits. Por desgracia la comunicación, la RAM se encuentra en la periferia y esto significaría tener que aumentar el tamaño medio de las CPU y si bien las consecuencias de ello es tener más espacio para más elementos, es a su vez contraproducente, ya que añades una mayor latencia de intercomunicación y velocidades de reloj más bajas para cada núcleo.
La guerra oculta de la que nadie habla: LPDDR versus DDR
Para nosotros la capacidad de poder reemplazar y ampliar la RAM es mucho mejor que el hecho de usar memoria de móvil soldada, por desgracia la LPDDR5 actual no tiene nada que envidiarle a la DDR5 en rendimiento, es más, gracias a su mayor eficiencia energética puede alcanzar velocidades de reloj más altas y, por tanto, un ancho de banda algo más alta que la solución de escritorio. Claro está que el handicap es que va soldada.
¿Y no es posible soldar la memoria LPDDR5 a un PCB DIMM y que hubiese un único estándar en memorias? No en vano, también se podría soldar la DDR5 a la placa y su funcionamiento sería el mismo, los módulos de memoria son al igual que los PCB de las tarjetas gráficas y los SSD M.2 tarjetas de expansión. Lo que se coloque encima del PCB es indiferente. Ahora bien, os preguntaréis a que viene mencionar esto en medio del tema del futuro de los módulos de memoria.
Pues bien, la explicación es que la cantidad de chips en los módulos DDR5 es mayor que en los LPDDR5 y eso es un coste adicional, dado que cada chip se ha de testar y encapsular. Es por ello que muchos fabricantes de PC de bajo coste van a por la LPDDR5. El caso,e es que a día de hoy sería posible crear un módulo «QIMM» con un bus de 128 bits compuesto por 4 chips LPDDR5 en fila.
La mafia de la JEDEC con los módulos de memoria
Llegando ya a las conclusiones, está claro que el mayor error de la JEDEC ha sido limitar el ancho de banda de los módulos de memoria a los 64 bits y mantener dicho estándar durante mucho tiempo, a la vez de hacer que dos tipos de memoria compitan entre sí, pero negando la capacidad de poder instalar LPDDR5 en módulos de RAM. Dado que si esto ocurriese, entonces la DDR5 dejaría de tener sentido alguno.
Al igual que vimos la evolución de módulos SIMM a DIMM, deberíamos haber visto hace tiempo la evolución a módulos QIMM para pasar de los 64 bits a los 128 bits. Aunque aquí llegamos al quid de la cuestión y es que en ese caso a no ser que el bus de la CPU pasará de los 128 bits a los 256 bits, esto significaría vender la mitad de kits de memoria hoy en día donde se han de adquirir en pares para un buen rendimiento. No olvidemos que la JEDEC no es un organismo independiente, sino que son los propios fabricantes de memorias pactando estándares, disponibilidad y precios.
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