Hard Zone : Hardware, Reviews, Noticias, Tutoriales, Foros de ayuda – Cómo saber si un fallo en tu PC está causado por el hardware o el software
El funcionamiento de un PC se basa tanto en el hardware como en el software y sin un sistema operativo poco o nada podemos hacer con el equipo. Cuando nos enfrentamos a un problema con el funcionamiento del PC, lo primero que debemos averiguar es si se trata de un problema de hardware; de los componentes de su interior; o de un problema de software; de Windows o Linux o con una aplicación que hemos instalado.
Aunque en muchas ocasiones, es muy fácil saber cuál es el culpable del problema, no siempre es así y en determinadas ocasiones, nos podemos enfrentar a un problema que nos impida detectar correctamente cuál es el culpable para encontrar una solución al problema.
Síntomas de un problema de hardware
Un indicio claro de que el problema de funcionamiento de un PC está relacionado con el hardware es que no encienda. Si el equipo, no es capaz de encenderse, no puede cargar el sistema operativo, por lo que aquí el único culpable puede ser el botón de encendido o la fuente de alimentación, ambos problemas de hardware.
Pero si el equipo se enciende sin problemas, pero se apaga pasado un rato o cuando ejecutamos juegos o aplicaciones exigentes, todo apunta a que se trata de un problema de temperatura de la CPU ya que cuando el equipo detecta que el procesador se caliente en exceso, para evitar dañarlo, apaga automáticamente el equipo.
Si el equipo se bloquea de forma habitual realizando tareas sencillas o complejas, puede significar un problema relacionado con la memoria RAM o incluso con la tarjeta gráfica. Relacionado con la gráfica, si la imagen muestra artefactos, píxeles grandes, parpadeos y demás, significa que el problema lo encontramos en el monitor o en la propia tarjeta gráfica.
Cuando el equipo genera algún tipo de ruido, como chirridos, zumbidos, ruido eléctrico o chasquidos, lo más probable es que se deba a un problema con la gestión de los cables, del ventilador, de la tarjeta gráfica (coil whine) o incluso con las unidades de almacenamiento.
Si el problema afecta los periféricos que no funcionan, puede que el problema esté relacionado con el puerto USB donde están conectados o bien con el propio periférico en sí que ha pasado a mejor vida.
El software como origen del problema del PC
A diferencia de lo que muchos usuarios piensan, las clásicas pantallas azules de Windows no suelen estar relacionadas con problemas de software sino de hardware. Cuando Windows muestra un mensaje de error o aparece un mansaje donde nos informa que la aplicación no responde, si se trata de un problema de software, problema que puede estar relacionado con la aplicación en si o con algún otro elemento de Windows como las actualizaciones.
Los cierres inesperados de las aplicaciones cuando estamos interactuando con ellas también son un indicio de que un problema de software afecta a nuestro PC y, al igual que en el caso anterior, puede estar relacionado con la aplicación o con una actualización de Windows que hemos instaslado recientemente.
Otro síntoma inequívoco de que se trata de un problema de software, lo encontramos cuando este funciona más lento de lo normal. Generalmente se debe a que tenemos poco espacio libre en disco o que algún archivo malicioso se ha colado en nuestro PC.
Si el equipo presenta algún tipo de problema a la hora de conectarse a una red inalámbrica o a un dispositivo vía Bluetooth, el problema nuevamente se encuentra en una configuración incorrecta o controladores no actualizados. Si fuera un problema de software, el equipo no reconocería ninguna red ni dispositivo cercano.